China exige una radiografía del mundo de los forrajeros
Por Hernán Fernández Martínez, Analista del Mercado de Granos y Dir. en Comercialización de Agroeducación
Muy buenos días, lo que ha sucedido durante los últimos años, especialmente durante los últimos 12 meses con el Maíz del planeta nos exige adentrarnos en China y la fenomenal incidencia que está mostrando sobre el mundo de los Forrajeros. Claro que lo primera consecuencia se evidencia en la escala de precios del maíz, pero hay bastante más que eso por detrás del escenario. Antes de profundizar debemos recordar algunas cuestiones que suelen romper paradigmas mentales. Solemos pensar, cuando hablamos de alimentación animal, que sólo el Maíz juega el partido como fuente de energía en las dietas, pero veremos a continuación algunos datos que nos clarificarán el camino, para luego entrar en el análisis del gran país oriental y su fenomenal crecimiento como consumidor e importador de este tipo de productos durante los últimos años.
Hablaremos de los 4 grandes forrajeros, Maíz, Trigo, Cebada y Sorgo. En este rubro sin dudas que el Maíz es quien manda, pero el Trigo no se queda atrás. Tal como se detalla en el cuadro que sigue, el 63% de la producción mundial de Maíz se consume como alimento animal, pero si hablamos de Trigo, no todo es harina y sus derivados, pues el 20% de la producción del planeta se utiliza para aquel fin.
En resumen, dentro de las cuatro grandes fuentes de energía, más del 70% de la participación se la lleva el rey Maíz, mientras que en volumen total compiten de cerca el Trigo y la Cebada, dejando relegado al Sorgo a un lejano cuarto lugar.
Entendido esto vamos a China. Ustedes saben que desde 2009 el gran país asiático ha sido responsable del ingreso de 700 millones de habitantes a la clase media, número que asciende a 1000 millones si sumamos el aporte de la India durante el mismo período. En la década del 90 las tres cuartas partes de la clase media del mundo se repartía entre Europa y Estados Unidos, mientras que en la actualidad estas regiones explican sólo un tercio de esa porción de la población, dejando un terció para india y China en conjunto, y el último tercio para el resto del planeta.
Ahora bien, semejante cantidad de seres humanos ingresando a la clase media implica un incremento fenomenal en el consumo de proteína animal, cuya producción requiere forrajeros en gran escala. Si sumamos a este efecto de los últimos 30 años, lo sucedido en los últimos dos años, la recuperación de casi la totalidad del plantel de cerdos en China, luego de que la fiebre porcina africana, redujera en casi un 30% la población porcina en el gran país oriental, entenderemos que estamos ante una nueva explosión de demanda de Forrajeros. Pero profundicemos un poco más en los números forrajeros chinos antes de llegar al presente. En primer lugar, veremos la evolución de los Consumos y en segundo la evolución de las Importaciones, durante las últimas 5 campañas, incluyendo lo proyectado por el USDA para la campaña 21/22:
CONSUMO FORRAJERO:
Entre Maíz, Trigo, Cebada y Sorgo, se incrementó en 49 millones de toneladas, un 23%.
El Sorgo es el que mayor incremento muestra en términos relativos durante las últimas 4 campañas, elevándose en un 133%, en 6 millones de toneladas, es decir pasando de 4,50 a 10,50 millones de toneladas.
El Maíz muestra un incremento de 24 millones de toneladas pasando de 187 a 211 desde la campaña 17/18 a la 21/22.
IMPORTACIONES DE FORRAJEROS:
Importaciones totales – Entre Maíz, Trigo, Cebada y Sorgo, se incrementó en 36 millones de toneladas el volumen comprado al mundo, es decir un 180% de crecimiento.
Maíz – durante las 5 campañas bajo análisis el gran país oriental se transformó en el primer importador del planeta, lo cual no se había visto nunca en la historia hasta el año 2020. Se multiplicaron por 7 las compras del forrajero en el mundo, pasando de 3,46 millones de toneladas en 2017 a 26 millones en 2020, y es probable que este último número sea superado durante el presente año comercial.
Trigo – en términos relativos ocupó el segundo lugar, pues incrementó el volumen de importaciones en un 154%, 6,10 millones de toneladas de crecimiento del volumen importado durante las 5 campañas.
Acortando los plazos y afinando la mirada debemos decir también que la explosión de demanda de China sobre los forrajeros del mundo se explicitó durante la campaña 20/21, y muchos nos planteábamos el interrogante sobre el futuro de esta cuestión, sabiendo que los chinos suelen ser impredecibles, y ocultadores profesionales de su información y sus decisiones futuras. Al momento debemos decir que buena parte del interrogante está develado…la demanda continúa. Al menos hasta la semana pasada se reportan ventas anticipadas del maíz que se está terminando de sembrar en Estados Unidos, es decir campaña 21/22, por algo más de 15 millones de toneladas, buena parte de las cuales tendrán por destino el país asiático. Sin dudas que este monto de ventas anticipadas es el mayor jamás visto y nos muestra algo de lo que harán en el futuro…aunque con esta gente nunca está todo dicho.
Yendo a la gestión
Con independencia de lo descripto en el mundo, en nuestra “realidad paralela” las autoridades de turno suelen monitorear muy de cerca el número de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), con el objetivo de defender el volumen de Maíz que se consume en el mercado interno, usualmente estimado en unos 15 millones de toneladas. Si hacemos una cuenta de almacenero, con un volumen de producción 20/21 estimado hasta el momento por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en 46 Millones de toneladas al cual le restamos los 15 millones de consumo interno total, nos quedarían teóricos 31 millones para venderle al mundo, siempre siguiendo el modo de pensar de quienes toman decisiones y haciendo analogía con lo ya ejecutado sobre el trigo. Pues bien, hasta el 19 de mayo de 2021 se declararon ventas el exterior por 27,986 millones de toneladas y acercándonos sin pausa al teórico 31. Por esto insistimos tanto en capturar precios y quitarnos los riesgos de encima.
La sugerencia sigue siendo, defender con uñas y dientes el precio del Maíz que se está cosechando, y si no vanos a vender porque ya están comprados todos los insumos 21/22 y cubierta la mayoría del flujo de fondos hasta la nueva cosecha, a poner pisos (PUTs) sobre diciembre 21. Los resultados obtenidos a través de los precios actuales, piden ser defendidos, y mucho más aún en el actual estado de desconcierto y absoluta incertidumbre del entorno institucional argentino.