LIBERTAD y CONSTITUCION. Para pensar y actuar
Por Mónica Ortolani I Tónica Online y Docente de Agroeducación
LIBERTAD y CONSTITUCION. ¿Por qué marchamos?
Hoy una columna, diferente, que emerge con la voz visceral de mamá, ciudadana y profesional, y me pide unirse con la de miles de argentinos, el 9 de Julio en San Nicolás. Ciudad, cuna del Acuerdo homónimo, que sentó las bases para la promulgación de nuestra Constitución en 1853. ¿Por qué marchamos? Para pensar y actuar. Además para los amigos del campo al final les dejo un ejemplo.
¿Hacia donde marchan? ¿Por qué luchan?
Si te preguntan ¿Hacia donde marchan? ¿Por qué luchan? Vuelve a mí y en mi corazón un minuto en la voz de nuestro ex presidente Raúl Alfonsin que siempre me conmueve y te invito a vivenciar AQUI :
Cuyas emotiva palabras expresan: ..»En todas partes he dicho, y permítanme que lo repita, hoy. Porque es como un rezo laico y una oración patriótica.
Si alguien distraído al costado del camino te pregunta
¿Hacia donde marchan? ¿Por qué luchan? Tenemos que contestarles con las palabras de preámbulo
Que marchamos, que luchamos, para
constituir la unión nacional,
afianzar la justicia,
consolidar la paz interior,
proveer a la defensa común,
Promover el bienestar general.
Y asegurar los beneficios de la libertad.
Para nosotros, para la posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.»
Raúl Alfonsin
¿Estamos como somos?
En el libro “Estamos como somos. Porqué los argentinos no tenemos el país que queremos” de nuestro inolvidable y didáctico Tomas Bulat, concluye: «Los países no son ricos: los hacen ricos sus ciudadanos cuando se organizan y trabajan».
Tenemos todo el potencial para lograr el bien-estar de todos los habitantes de este bendecido suelo. Nos falta organizarnos y desplegar las actitudes de los países prósperos:
Argentina ¿Qué animal la representaría mejor?
Imagino si tendríamos que representar a nuestra Argentina con un animal, quien mejor lo haría es..: ¡la vaca!
¿Por qué?
Llena de recursos: leche, carne, huesos, cebo, cueros, se la ve muy tranquila “rumiando” sobre sus fortalezas, sumisamente aceptando muchos se aprovechen de sus dones, y sólo se ocupen de tomar de sus ubres o devorarla, mientras se olvidan o pisotean en quienes la cuidan y le dan de comer, para que NOS brinde recursos, que algunos habitantes imperiosamente necesitan para subsistir.
Sin embargo, los países prósperos se representan e identifican con águilas, leones y tigres. No sé si aspiro a identificarnos con esos fuertes, bellos y estoicos representantes del reino animal.
Imagino sigamos siendo vaca, brindemos recursos y alimentemos a nuestra gente y al mundo, aunque despertemos, y también juntos seamos esa tropa de pingos libres y briosos, que ya cabalgaron la historia de primeros puestos, y HOY se plantean nuevos galopes, aún más desafiantes hacia nuevos horizontes ¡y tambien a caballo a San Nicolás!
Para venerar nuestra INDEPENDENCIA, encontrando un motivo de RE-unión, de sentar nuevas bases, para una nueva LIBERTAD, sin ataduras, ni máscaras, con las alas al viento, con nuestra bandera, entonando nuestro himno.
Si nos preguntan por qué marchamos, simplemente respondamos con nuestro preámbulo como nos enseñó nuestro ex presidente Raúl Alfonsin.
Por esa moral que nos legaron nuestros próceres, nuestros abuelos que bajaron de los barcos, y que junto los gauchos de estas pampas hicieron grande a este país. Seamos merecedores de tamaño legado.
Apoyados en ese cimiento que nos hace fuertes, aún tenemos herramientas y la voluntad para defendernos, confiar, mantener vivo nuestro fuego sagrado y espíritu de lucha.
Martín Miguel de Guemes , recientemente venerado, expresó en una sus frases más célebres:
«El pueblo que quiere ser libre, no hay poder humano que lo sujete»
De cada uno de nosotros depende hacer uso de nuestra LIBERTAD de ELEGIR.
Gracias a todos nuestros INSIGNES, miles de hombres y mujeres anónimos, que creyeron posible conquistar nuestra LIBERTAD y SENTAR LAS BASES de nuestra CONSTITUCIÓN.
CREERLO, es el primer paso para VERLO hecho realidad.
Por Mónica Ortolani I Tónica Online y Docente de Agroeducación