Para no salir del negocio de la carne, matarifes e industriales pagan por la hacienda valores que no logran recuperar y así trabajan en rojo.
Una semana corta, las lluvias y las dificultades logísticas (falta de gasoil) se combinaron para que la oferta de ganado se reduzca un escalón más. Así, los precios reales de la hacienda –especialmente la liviana– alcancen otro récord histórico.
La faena se redujo sensiblemente durante 2021 y lo que va del 2022, y la demanda parece haber perdido todo margen de maniobra para enfrentar estos altos valores, que luego no logran trasladar a carnicerías y mostradores, y menos a los clientes internacionales.
No hay ganado suficiente, y para no salir del negocio es necesario pagar valores que luego no se recuperan.
Gran parte de los matarifes e industriales está trabajando en rojo o con contramargen,
“Siempre pensamos que la demanda final en algún momento le pondrá un límite a la suba, pero exportadores y consumeros convalidan semana a semana estos altísimos valores para el ganado”, sostienen en la cadena.
Todo el consumo interno está preparado para la faena, distribución y venta al público de 70 kilos per capita al año y, sin embargo, está en los 48-50 kilos; la exportación está capacitada para vender al exterior un millón de toneladas anuales, y trabaja 35% por debajo de ese volumen. La industria que en su conjunto está preparada para faenar 16 millones de cabezas anuales, este año faenará con suerte 12,9 millones de cabezas.
De acuerdo a los datos oficiales, la faena de ganado vacuno del primer trimestre del año fue de 3,1 millones de cabezas, 1,8% menos que en enero-marzo del año pasado.
Si se toma la apertura por categorías que publica Senasa, se observa que la faena de vacas, que se acelerara seguramente en los próximos meses a causa de los efectos de la seca, todavía se ubica en los tres primeros meses del año 3% por debajo del año pasado; mientras que la faena de vaquillonas se reduce un 5,8%.
Sigue llamando la atención que la oferta de novillos cae sólo uno por ciento con respecto al año pasado, mientras que la de novillitos se reduce 7,9%. La oferta de terneros (macho y hembra) sigue cayendo, ubicándose en el primer trimestre del año 18% por debajo del primer trimestre del 2021. La participación de hembras en la faena, 45,1% en los tres primeros meses del año, se ubica entre el equilibrio y una ligera liquidación.
Pese a la fuerte caída de la faena registrada durante el año pasado y lo que va del corriente año, es probable que a fines del 2022 el stock ganadero se ubique por debajo de fines del 2021.
CRÍA, RENTABLE
Según el “Boletín de Resultados Económicos Ganaderos”, que desde 2012 edita el Ministerio de Agricultura, el “Modelo de Cría Mejorado en la Cuenca del Salado” registra a febrero de 2022 un resultado neto por hectárea de 27.089 pesos.
El indicador representa 12% más alto -a moneda constante- que un año atrás, y 89% más alto que el promedio de los años 2012/2021.
La rentabilidad que revela este modelo a febrero último por hectárea, es el valor más alto de la serie.
Este resultado económico actual es consecuencia de ingresos que se ubican un 42,6% por encima del promedio histórico (2012-2021), y de gastos totales que han subido 1,8% en términos reales. La rentabilidad por hectárea a febrero último, unos 27 mil pesos, supera el máximo anterior, que se dio en febrero del 2012, con 19.300 pesos.
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero