Entre clima y coberturas
Gustavo Picolla | INFORME ESPECIAL PARA AGROEDUCACIÓN
Entonces, se me ocurrió ver que pasaba el año pasado encontrándome con que a nivel local la cosa era bastante parecida en cuanto a lluvias y a nivel internacional EE. UU. estaba inundado y cubierto de nieve según las zonas, mencionándose que posiblemente áreas de maíz pasarían a soja, ¿le suena? Después las lluvias pararon, se necesitaba agua para el maíz y la Dakotas se secaron poniendo al trigo de primavera en situación de jaque mortal. Hoy tenemos tiempo seco en Rusia, Ucrania y Australia, este último ídem al año pasado. Lo loco es que cada vez es más difícil predecir lo que va a suceder. ¿Entonces?
En cuanto al mercado de soja, la posible guerra comercial con China es el driver más importante en las decisiones de los brokers, temiendo incluso a devoluciones de compras. Al momento del informe se encuentran en China representantes del gobierno de EE. UU. para intentar lograr un acuerdo, aunque lo cosa parece que va para largo. El resto de las variables, en mayor o menor medida, están asumidas en los precios. En nuestro país, ya hay una idea de lo que será la producción, el número oscilará entre 37 y 38 millones de toneladas en el mejor de los casos, más allá de cuando finalice la cosecha. Hace un tiempo atrás, precisamente el 13 de marzo, en nuestro Twitter hacíamos una aproximación de la posible producción entre 35,4 y 39,4 millones de toneladas. Tan lejos no anduvimos a pesar de que un personaje representativo del mercado de soja nos trató de poco serios, ¿qué dirá ahora este personaje? Que generoso es este país.
Por el lado de las importaciones, si bien Agroindustria previó en su informe del 19/4 una importación de 2,5 millones, esa cifra la estimamos en 4 millones de toneladas. Sumado a un promedio de producción de 37.5 millones y un carry al 25/4 de 10.7 millones de toneladas, resulta una oferta total de 52.2 millones de toneladas. Esa cifra el año pasado, con importaciones incluidas, era de 65.3 millones de toneladas, es decir 13.1 millones de toneladas menos. Esta merma es la que desato la suba de la Harina, ya que Argentina es el primer exportador, y no en el poroto donde la participación oscila entre el 5 y 6% del comercio mundial.
En cuanto al maíz en EE. UU., la demora en la siembra, ídem al año pasado, producto de malas condiciones climáticas sigue siendo mirada por los brókers, aunque todos saben de la capacidad del productor norteamericano en meterle velocidad a la siembra cuando el clima se lo permita. Por otro lado, la seca en los estados del sur de Brasil que afecta al 30-40% de la safrinha está dando apoyo a los precios. Hoy no existe otro dato propio del cereal que mueva el mercado, siendo el comportamiento del trigo un dato al cual se debe prestar atención porque puede marcar, en parte, la tendencia de la cotización del maíz. Dado este contexto, la demanda podría venir sobre Argentina donde la cosecha es sensiblemente menor a la esperada. Por su parte el consumo interno será también un actor importante.
La volatilidad de los futuros de trigo sigue dominada por lo que sucede con el clima en las zonas productivas, tanto para los cultivos de invierno como los de primavera. Las cotizaciones se mueven en función de las lluvias que se producen en las planicies, principalmente las del sur. No
obstante, el efecto de estas, a medida que pasa el tiempo, es limitado mostrando ratings peores a los observados en el 2014, cuando los rindes finalizaron 10% debajo de la tendencia, y el monitor de sequía sin muchas modificaciones. Además, la seca de Rusia, Ucrania y Australia podrían dar apoyo al cereal. En fin, habrá que seguir lo que sucede con este tema porque es el driver más importante.
En nuestro país el mercado sigue dominado por una escasa oferta y donde la Industria es la más complicada, ya que trabaja con bajísimos stocks, precio en suba y falta de oferta fluida, combinación sumamente complicada. Los precios irán hasta donde aparezca la oferta. Pero cuidado, la oferta no necesariamente debe aparecer del lado del productor/acopiador y/o cooperativa, puede ser el sector exportador que vuelque oferta a este mercado interno ajustado. Los niveles de precios internos de la Industria que oscilan entre u$ 250/255 por solamente un Art. 12, hasta alcanzar los u$ 290 por calidades como Gl 30 y W 300, sacan a la exportación de un gran abanico de mercados internacionales y concentran el mercado en Brasil, y esto puede afectar al precio en algún momento.
¿Entonces? Las coberturas pueden ser un gran aliado. NO VENTAS, sino coberturas de precio.
Hoy con las distintas combinaciones que ofrece Matba en opciones, permite asegurar hasta noviembre el mismo valor del disponible de hoy y capturar toda la suba que se produzca. Desde ya que hay otras combinaciones posibles, como ser cubrir a la suba ventas disponibles.
TRIGO 18/19, ¿Va a sembrar Trigo? Vio que se paga por enero u$ 33 dólares más que el año pasado y si toma marzo u$ 43 dólares más antes de la siembra. ¿Sabe que puede cubrir precio sin Vender?
Ante un año muy complicado corra el menor riesgo posible.
Al escribir esto me llevo a pensar lo siguiente: cuánto hace que aconsejamos y capacitamos al productor a tomar coberturas, cuando la realidad nos muestra que a la mayoría de ellos no les interesa. Me pregunto, ¿no será que estamos errando el destinatario del consejo? Tal vez sea el acopio, la cooperativa, el corredor local a los que debamos dirigir estos mensajes puesto que son ellos los que tienen la relación más cercana con el productor. Considero que es productor debe saber únicamente para que le sirven las coberturas, y los tecnicismos dejarlos para los especialistas. Para reflexionar.
Gustavo Picolla – PBY Agro | Director en Comercialización de Agroeducación