Dentro y Fuera de tu Control
Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA CIEP
Las decisiones comerciales de los productores agrícolas no solo son tomadas en base a subas y bajas de precios, sino que abordan diversos aspectos, desde la necesidad de liquidez tranquera adentro, hasta hipótesis de escenarios locales e internacionales tranquera afuera. Conocer los condimentos que forman precio no es tan relevante como reconocer cuales están dentro y fuera del control de cada decisor, en este caso, el productor agrícola, y cuáles afectarán su rentabilidad por pura responsabilidad del productor.
Ø Condimentos fuera del control del productor:
Dado que el contexto macroeconómico local ha atravesado cambios, que causaron variados efectos sobre los precios de los granos, es normal que parte del terreno de los supuestos sobre los escenarios futuros se base en cambios de coyuntura. Algunas de las variables más contempladas giran en torno al tipo de cambio, sea por el cepo cambiario, brecha cambiaria y/o ritmo devaluatorio. Basta con mencionar el cambio de precios disponibles de los granos luego del salto devaluatorio de diciembre 2023, para comprender los razonamientos que llevan a muchos productores a tener en cuenta el estado de estas variables en el presente y expectativas futuras, como condimentos fundamentales en la toma de decisiones comerciales.
En el gráfico puede verse el efecto de la devaluación de diciembre 2023 sobre los precios de la soja disponible, que en PESOS subió $52.000/TN, pasando de $216.000 a 268.000/TN, y en Dólares MEP, es decir, el poder adquisitivo de esos PESOS al tipo de cambio bursátil para convertir los PESOS de las liquidaciones a Dólar billete, subió U$S 48/TN, pasando de U$S 219 a 267/TN, mientras en Dólar mayorista muestra una baja de U$S -335/TN, habiendo pasado de U$S 657,6 a 322,5/TN. Es decir, mientras la devaluación del tipo de cambio oficial generaba un recorte de más del -50% del precio de la soja en Dólares, el efecto sobre poder adquisitivo en PESOS y Dólar MEP era de un aumento de 24% y 22% respectivamente.
Habiendo visto lo ocurrido, es necesario también interpretar la evolución de los precios a partir de entonces, con precios en PESOS y Dólar mayorista que evolucionaron a la baja hacia abril y mayo, pero, dado el acortamiento de brecha cambiaria, permitía mayor poder adquisitivo en Dólar MEP. Hoy, con una brecha cambiaria que volvió a agrandarse, el mayor precio en PESOS y Dólar oficial, resulta en menor poder adquisitivo en tipo de cambio MEP, trayendo esto cierto grado de confusión a la hora de interpretar una mejora de precios para tomar decisiones de venta, que se suma a la expectativa de nuevos ajustes cambiarios.
La realidad muestra que el cepo cambiario no sería eliminado en el corto plazo y que la brecha cambiaria entre el tipo de cambio mayorista y el Dólar bursátil (MEP), que pasó de máximos de 180% en 2023 a mínimos de 16% en 2024, pasó a estabilizarse desde junio en torno al 40%, con expectativas de nuevo acortamiento, en la medida que las variables macroeconómicas logren avanzar hacia la unificación del tipo de cambio. Por otro lado, el ritmo devaluatorio, que fue del 356% anual en 2023, es del 13% en el primer semestre 2024, y, según las cotizaciones futuras del Dólar MATBA-ROFEX a diciembre 2024, alcanzaría 53% anual, valor que solo podrá ser develado una vez que termine el presente año. Que la evolución de estas variables cambiarias se dé como se espera, devaluación y/o achicamiento de brecha cambiaria, no está en control del productor agropecuario, sino de la evolución de la macroeconomía local, por tanto, basar decisiones comerciales en expectativas fuera del control de la empresa agropecuaria pone un condimento de riesgo de pérdida, en la medida que esas expectativas no se cumplan.
No solo los aspectos macroeconómicos del país son condimentos fuera del control del productor agrícola, sino también la evolución de precios locales en función de internacionales, traccionados por clima, cosechas potenciales, geopolítica y muchos otros, que traen oportunidades de subas y riesgos de bajas.
Ø Condimentos dentro del control del productor:
Los costos productivos de la campaña 23/24 fueron asumidos con anterioridad a la siembra y cosecha, y son datos conocidos por cada productor, así como ya se tiene a la vista el panorama de costos para la próxima campaña, la 24/25.
Los márgenes agrícolas resultantes por tomar precio tanto en el mercado disponible como en el futuro, a través de coberturas con futuros y opciones en el Mercado a Término, también son conocidos por cada productor.
Los precios actuales del mercado disponible y del mercado futuro, se traducen en un determinado poder adquisitivo para el pago de compromisos, para hacer inversiones y para cerrar márgenes. En la medida que sean tomados a través de ventas con precio en determinadas proporciones de la cosecha actual, podrá decirse que, sobre dicha proporción se ha logrado cerrar margen de ganancias. Sin embargo, la proporción de granos que no tenga precio, queda expuesta a variaciones de precios que podrían resultar en pérdida de poder adquisitivo y de márgenes.
Se invita a analizar y hacer propio el ejercicio de precios de indiferencia, márgenes y relación insumo/producto desarrollado en el informe de la semana pasada, 19/06/2024, a fin de considerar pisos y techos de precios y el poder adquisitivo de los mismos, a la hora de comprar insumos, Dólar MEP, y cerrar márgenes. Esto representa un área de gestión que recae totalmente sobre la responsabilidad de cada productor, y que, de no hacerlo, podría dejar fuera de la visión del productor oportunidades de venta.
Conclusiones: Los condimentos que afectan la evolución de precios de los granos están en general fuera del control del productor agrícola, pero los condimentos que afectan los márgenes de cada campaña están dentro del control del productor, generalmente ordenados en una planilla Excel, cuyo nivel de detalle, actualización y análisis dará oportunidad de tomar decisiones comerciales basadas en el resultado respecto a los objetivos de crecimiento de cada agro empresa. Tener a la vista los datos que dependen de las decisiones de cada productor, ayuda a despejar el ruido que genera expectativas de cambios basadas en variables fuera del control del productor.
Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA CIEP