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Cambia el pronóstico, castigan al dólar.

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

El gobierno sale a colocar letras capitalizables a tasas muy altas para disciplinar a aquellos que deseaban hacer subir el dólar billete.

La tesorería decidió colocar títulos por un total de $ 11,7 billones en el marco del programa de rotación de pases en el Banco Central a deuda de Tesorería. De ese total, se produjo la rotación de pases a letras de un total de 7,63 billones, mientras que $ 1,0 billón se destinó a recomprar por parte del Tesoro títulos que estaban en el activo del Banco Central, para continuar con el saneamiento de la hoja de balance. Hay $ 3,0 billones restantes que aún no sabremos qué destino tendrán.

Se colocaron 4 letras en pesos a tasa variable que se capitalizan, y son de corto plazo que vencen entre el 14 de junio del año 2024 y el 30 de agosto del año 2024, las tasas efectivas de dichas letras se ubican entre el 56,4% y 63,8% anual, estas tasas son mucho más elevadas que la tasa de política monetaria que el Banco Central paga por los pases que es una tasa efectiva del 49,15%, lo que hace que los bancos prefieran estar colocados en letras en pesos capitalizables, y no en pases. Además, se colocó un bono en pesos que ajusta por inflación que vence el 31 de marzo del año 2025 y tiene una tasa negativa del 13,0%. Por último, se colocó un bono en pesos que ajusta por dólar linked para junio del año 2025 y tiene una tasa negativa del 3,0%. Con esto último marco la cancha para la deuda en bonos dólar linked que hay en el mercado, especialmente pagares que podrán cotizar en bolsa.

Hay que recordar que, los bancos pagan por capturar plazos fijos una tasa efectiva que va para colocaciones de hasta $ 100.000 a 33,9% anual, tasas efectivas por colocaciones de más de $ 1.000.000 a 37,2% anual, y tasas efectivas por colocaciones superiores a $ 20 millones a 38,0% anual.

Como se puede apreciar, los bancos compran plata a precios inferiores a los que colocan este mismo dinero en pases o letras capitalizadas, lo que complica la operatoria es el encaje que deben realizar las entidades, sin embargo, a pesar del encaje siempre queda algo de utilidad, aunque digan lo contrario.

Estas tasas de interés que pagan las letras capitalizables (LECAP) están pagando tasas que son más elevadas que la inflación esperada a un año, con lo cual podríamos decir que ya estamos en terreno de tasas positivas, algo que va a perjudicar a los que tengan bonos en pesos ajustados por inflación.

Entre los bonos que ajustan por inflación, los más perjudicados son los bonos más cortos, y que tienen tasas internas de retorno (TIR) negativas como el TX26 que tiene una TIR negativa del 3,0% anual, el TX28 tiene una TIR negativa del 0,5% anual, y el DICP tiene una TIR positiva del 4,5% anual.

Los bonos en pesos que ajustan por inflación a más largo plazo han pasado a TIR positivas, mientras que los de corto plazo siguen con tasas negativas, que creemos que se van a arbitrar a positivas muy pronto como observamos en la mutación de negativa a positiva que se observa en el TX28.

Si el Tesoro decide colocar bonos en pesos a tasas positivas contra la inflación, lo que tenemos por delante es un precio del dólar muy calmo. Si la tasa le gana a la inflación, esto atenta contra una posible suba del dólar.

Si el Banco Central disminuye sus pasivos en pesos, está eliminando la emisión endógena para pagar los intereses de los pasivos remunerados del Banco central. Esto implica un balance del Banco central más ordenado, por ende, un tipo de cambio mayorista seguirá la pauta del 2,2% mensual, y un dólar billete (MEP, CCL o BLUE) mucho más tranquilo.

Nota para aquellos que nos leen en forma recurrente. Hasta el día jueves estábamos preocupados porque los pasivos del Banco Central eran muy elevados, las tasas de plazo fijo muy bajas, y creíamos que podríamos ver una corrida de pesos al dólar. Con la sobre reacción del gobierno colocando letras de corto plazo a tasas superiores al 56% anual, con una inflación en descenso, no vemos posibilidades de que el dólar se convierta en protagonista. También ayuda mucho que en abril el gobierno logró un cuarto mes de superávit financiero. Esto nos hace pensar que seguirá firme la regla de no emisión, por ende, la suba del dólar en el nuevo escenario está descartada.

El ritmo de la cosecha se ha acelerado, y deberíamos ver más ingreso de dólares de la exportación, al día viernes las reservas del Banco Central se ubicaban en U$S 28.798 millones, y seguimos pensando que en los próximos 10 días superaremos los U$S 30.000 millones de reservas.

En lo que va del año el productor agropecuario vendió con precio 6,2 millones de toneladas de soja, 10,2 millones de toneladas de maíz y 8,1 millones de toneladas de trigo. Quedan por vender con precio 43,8 millones de toneladas de soja, 34,8 millones de toneladas de maíz y 7,0 millones de toneladas de trigo. Esto implica que queda mucho dinero por ingresar.

Conclusiones

. – La nueva política monetaria nos marca un rumbo de tasas positivas frente a la inflación en el corto plazo, esto hará que los bonos en pesos ajustados por CER comiencen a mostrar rendimientos positivos.

. – Si el gobierno sigue mostrando superávit financiero en las cuentas públicas, todo hace indicar que honrará el pago de la deuda el 9 de julio próximo, con lo cual los bonos soberanos en dólares desde la familia de los AL o GD en todas sus versiones deberían arbitrar a la suba, bajando el riesgo país y dejándonos en las puertas del acceso al financiamiento en los mercados internacionales.

. – La inflación minorista fue el 8,8% y la mayorista el 3,4% en abril, falta mucho para domar a la inflación, pero no es menos cierto que son guarismo en descenso respecto a los meses anteriores, y esto es una buena noticia.

. – El gobierno reafirma que no va a devaluar el dólar mayorista, esto implica que los que demoren las ventas de productos que se exportan, se están equivocando, porque por algunos meses la inflación se ubicaría por encima del nivel de devaluación del 2,2%, y quienes no vendan perderán poder de compra. En especial frente a las tarifas públicas y combustibles que crecen a tasas superiores a la inflación.

. – En este contexto, todo hace presumir que los bonos soberanos en dólares seguirán siendo ganadores, y que los bonos en pesos ajustados por inflación ganarán frente al dólar y la inflación, pero a un ritmo menor que el que traían. Dentro del proceso de diversificación seguimos eligiendo a estos bonos.

. – Para aquellos que son fanáticos del plazo fijo, arbitrarlo por un bono de corto plazo del Estado como las LECAP es un buen negocio.

. – Cambiar deuda del Banco Central al Tesoro nos lleva a una suma cero, los argentinos seguiremos pagando intereses de la deuda, este en un lugar u otro. Sin embargo, esto clarifica las cuentas globales, y nos indica que el Tesoro seguirá ajustando las cuentas públicas, con lo cual la salida en V de la crisis queda postergada para más adelante. La salida del CEPO es una utopía en el marco de la escasez de reservas, la falta de crédito externo, los remolones que están en el campo por vender la cosecha, y hasta el nuevo acuerdo con el FMI esto no se dice, esto no se hace y esto no se toca.

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

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