Por Hernán Fernández Martinez
Muy buenos días, una semana cargada de sucesos que generaron cambios de ánimo ha sido la que se fue. Cambio de sensaciones, respecto de la realidad, aunque en la naturaleza de las cosas nada a cambiado aún, salvo…las EXPECTATIVAS. Y como dicen por allí, “…las Expectativas mueven montañas…”.
Tres hechos mostraron esta situación de modificación en las sensaciones de los actores, aunque no se hayan verificado, al menos hasta el momento, los resultados o definido las situaciones esperadas.
REPORTE DEL USDA DE NOVIEMBRE
Recibimos el martes de la semana pasada el reporte de Oferta y Demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y las consecuencias de dicho informe fueron escaladas en las cotizaciones del mercado de Chicago que, durante la semana sumaron U$D10,00/tn en Maíz, U$D 15,00/tn en poroto de Soja, U$D 30,00/tn en Harina de Soja y U$D3,00/tn en Aceite de Soja. Cuando vamos al análisis de los números sobre el Maíz y la Soja la realidad matemática muestra un escenario contrario a la evolución de los precios post reporte. De hecho, en Soja el reporte de Oferta y Demanda para Estados Unidos, país que al momento muestra un avance de cosecha del 87%, mostró mayores Stocks Finales estimados que en el reporte de octubre. Pero como sucede muchas veces, la evolución de las cotizaciones luego de un reporte, se origina en las diferencias entre lo que se esperaba que se informara y el dato finalmente reportado. De hecho, así sucedió, particularmente con el dato de Rendimiento estimado de Soja para Estados Unidos, los grandes operadores del mercado esperaban 3.473 kgs/ha contra 3.460 kgs/ha del mes pasado y la estimación fue de 3.440 kgs/ha. Esto disparó ejecución de compras por parte de los algoritmos y fuimos para arriba de manera importante. Ahora bien, detrás del escenario en la situación de fondo, nada ha cambiado sólo cambiaron ni más ni menos que las expectativas.
LLUVIAS
Durante las dos primeras semanas de noviembre, la mayoría del interior productivo recibió lluvias entre 50 y 100 milímetros. Claro que fue una lluvia que resultó fantástica, particularmente por el momento agronómico en el que se dio y por la complejísima situación de humedad de los perfiles de suelo que hace largos meses pedía lluvias con desesperación. Se sigue discutiendo en nuestro interior productivo si es realmente año Niña o Niño. En este sentido debemos recordar que, técnicamente se define Niña o Niño a partir de la temperatura de la superficie del Océano Pacífico Ecuatorial. Temperatura que a veces se eleva o disminuye en relación al promedio, por la alta o baja fuerza de los vientos Alisios, respectivamente que corren de Este a Oeste sobre dicho océano. En años Niña los vientos Alisios incrementan su intensidad llevándose hacia el oeste del océano el calor y la humedad de la superficie, motivo por el cual, los años Niña suelen producir grandes precipitaciones sobre el sudeste asiático y Oceanía. Pues bien, la fuente que observa y reporta permanentemente la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, continúa mostrando temperaturas bien por debajo del promedio como hace largas semanas y esto es técnicamente definido como “La Niña”. Claro que NO es la única variable que incide sobre las precipitaciones en nuestro interior productivo. Así es que, detrás del escenario en la situación de fondo, nada ha cambiado, sólo cambiaron ni más ni menos que las expectativas, el año sigue siendo “Niña”. Claro que avanzando en las siembras con un renovado estado de humedad que renueva el optimismo y modifica las expectativas.
ELECCIONES DE MEDIO TÉRMINO 2021
Vivimos en nuestro país, el domingo 14 de noviembre las elecciones legislativas, elecciones que, de alguna manera plebiscitaron la Gestión del presidente Alberto Fernández. Gestión que acumula, en lo económico, distorsiones de proporciones significativas, en precios relativos y términos fiscales, monetarios y cambiarios. Navegando al 52,50% de Inflación anual a pesar de los atrasos en los precios, del dólar mayorista, combustibles y tarifas de servicios públicos que se tornan preocupantes. Cuando una variable se mantiene artificialmente anclada sencillamente se incrementan las expectativas de acomodamiento en un plazo cada vez más corto y este efecto suele congelar decisiones empresarias a la espera de que los hechos se precipiten. Pues bien, el domingo pasado se expresó el pueblo y fue en contra de la Gestión de gobierno a nivel nacional y particularmente en la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y Santa Cruz, lo cual le sumó un condimento de claridad al resultado. No es nuestro trabajo hacer análisis político, pero si analizar datos y hechos que modifiquen real o potencialmente el escenario en el que vive el negocio agrícola y este resultado lo es.
Por tercera vez decimos en nuestras líneas de hoy, detrás del escenario, en la situación de fondo, nada ha cambiado, sólo cambiaron ni más ni menos que las expectativas. En este caso expectativas del sector agrícola de que se acelere la normalización de distorsiones que lo afectan. Muy particularmente en el aspecto cambiario, con un dólar Mayorista Comprador (referencia para pesificación de las ventas de Granos), que muestra una brecha contra el dólar informal superior al 100%, constituyendo este efecto algo mucho más grave para el sector que los propios Derechos de Exportación.
YENDO A LA GESTIÓN
Igual siempre, pero más que nunca, el escenario pide atar todos los cabos posibles, capturando en los precios disponibles y 21-22, excelentes cotizaciones que no podemos dejar pasar para asegurarnos de cumplir todos los compromisos financieros de corto y largo plazo. Vienen tiempos complejos y los Precios nos ofrecen una oportunidad para comprar nuestro buen dormir
El lunes 15 de noviembre arranca un nuevo partido…cambios de expectativas, derrotas que se venden como victorias, muchas victorias que aún no lo son…pero recuerden que en la vida real las sensaciones no pagan vencimientos.
BUENA SEMANA!
Fuente: Diario Clarin