Por Diego Palomeque – Director Académico de AgroEducación
Siempre sostengo hablando de nuestro país, que si queremos conocer el futuro sólo hay que bucear en el pasado. Como en una calesita, las mismas problemáticas se manifiestan en distinta cronología, los problemas se enfrentan con las mismas hipótesis de solución -profundamente berretas- , que atacan las consecuencias de corto plazo manteniendo muy vigentes las causas.
Hay inflación ? Precios máximos es la solución (con un bonus track, de piqueteros controlando precios en supermercados).
No hay dólares ? Cepo cambiario y listo el pollo.
Se aprecian los precios de las materias primas ? Se intervienen los mercados de exportación o se aumentan retenciones.
Déficit del fisco no es financiable ? Como gobierno que ajusta pierde elecciones, la salida es liberar a las provincias para que aumenten tasa de Ingresos Brutos, crear Impuesto a la Riqueza, se aumenta tasa de Ganancias a las empresas para bajársela a los trabajadores (se sabe, las empresas no votan y los empresarios no son oficialistas…), y vamos tan lejos como la creatividad de nuestra deplorable y paupérrima clase dirigente quiera ir.
No hay laburo ? Doble indemnización y prohibición de despidos. A otro tema.
Como decía Borges: “Argentina tiene todo el pasado por delante”.
En el negocio agrícola buena parte de ésta teoría es aplicable. Hay una creencia generalizada por parte de la gente común que no conoce ésta actividad respecto que “el gringo la junta en carretilla”, cuando en realidad según mi modesta opinión, en la mayoría de los años la tasa de rentabilidad es bajísima contra la tasa de riesgo que tiene el negocio.
Pero vamos al punto que da título a ésta columna: “Campaña 2023/2024 va a cambiar absolutamente todo”.
No soy profeta, simplemente soy viejo. Tengo muchos años en éste negocio y creo ya las vi a todas las que podían pasar. Entonces sencillamente me voy a mi baúl de los recuerdos de los años agrícolas que coincidieron con fines de ciclos políticos y me animo a definir como va a ser el contexto de la próxima campaña agrícola. Y lo resumo en 4 puntos: i) estará el agua, ii) tendremos fuertes cambios de precios relativos que incluye pero exceden a la devaluación del tipo de cambio oficial, iii) hay una firme decisión política de corregir los desfasajes macroeconómicos (lo mejor que nos puede pasar a los ciudadanos y a la producción), iv) hay un fuerte cambio de expectativas, que es una de las materias primas que definen el humor social…y la tasa de inversión.
- Estará el agua
El gran Leo De Benedictis hace muchos meses que lo escucho resumir el tema lluvias de la siguiente forma: primero vendrán los eventos, luego mejorará la frecuencia, luego la cobertura territorial, y finalmente aumentarán los milímetros.
Lo grafico con dos cuadros comparativos con contenido de agua en el suelo (Fuentees el Instituto de Clima y Agua del INTA) que muestran los cambios ocurridos entre Noviembre 2023 y Noviembre 2022:
Si bien el agua se ha acomodado mucho mas sobe el este del cinturón agrícola (ver cuadro debajo), la humedad está, la circulación también, la frecuencia ha mejorado notablemente, somos optimistas respecto del comportamiento del agua, si bien llegará mas tarde de lo deseado
ii) Tendremos fuertes cambios de precios relativos que incluye pero excede a la devaluación del tipo de cambio oficial
Los desequilibrios macroeconómicos del gobierno K han sido enormes, una combinación de completa mala praxis en el área de la gestión que mires, con fuerte contenido ideológico y dosis “extra large” de populismo. Argentina llega exhausta al fin de cambio de ciclo y el hecho que sea un outsider el Presidente Electo muestra el hartazgo de la sociedad con el Gobierno saliente, y con la bajísima calidad de prestaciones de la clase política cuando le toca ser gobierno.
El llamado “ajuste” va a ser doloroso, no hay salida de éste cuadro de situación que sea indolora, y en lugar de teorizar sobre en que nivel se posicionará en 2024 el Tipo de Cambio, la Tasa de Inflación, y la Tasa de Interés, prefiero compartir proyecciones al respecto de Econviews (Miguel Kiguel y equipo) que muestran con honestidad intelectual lo que entienden será el muy complejo escenario que transitará Argentina, particularmente en el primer semestre del 2024:
iii) Hay una firme decisión política de corregir los desfasajes macroeconómicos
Los ciudadanos han ungido Presidente Electo a un candidato que ha explicado desde las vísceras que cuando los Gobiernos gastan lo que no tienen, la factura se llama inflación.
Ya comunicado por Milei la decisión de no imprimir moneda para financiar desequilibrios fiscales, sinó ajustar fuerte el gasto para que sea financiado sólo con recursos genuinos. Hace 40 años que no se discute en el mundo el origen monetario de la inflación, con lo cual los ajustes fiscales son socialmente dolorosos pero estrictamente necesarios para extirpar el impuesto inflacionario que empobrece a todos los argentinos (y que tienen muchos hijos no reconocidos, como la brecha cambiaria y el endeudamiento del Tesoro y del BCRA).Vamos hacia allí, con un inicial acompañamiento de la mayor parte del electorado, y queda por transitar un camino repleto de obstáculos y riesgos. Pero no hay Plan B, no lo puede haber si queremos solucionar los males que han aguijoneado a Argentina desde el crack soberano del 2001/2002.
El acomodamiento de las cuentas públicas es imprescindible para mejorar la salud de las empresas. La micro se alimenta mucho de la salud de la macro.
iv) Hay un fuerte cambio de expectativas, que es una de las materias primas que definen el humor social…y la tasa de inversión
Camino el agro todo el tiempo, paso muchos días en la ruta, hablo con empresas y gente del sector agro en forma permanente, se huele en el ambiente la necesidad de creer que vamos hacia algo mejor al nefasto ciclo político y económico que deja Alberto Fernández, una persona a quien lo sentaron en una silla donde mostró brutalmente su “límite de incompetencia”. La pilcha le quedó varios talles grande, y los socios de su alianza de Gobierno han acompañado la gestión con patéticos resultados desde donde se los quiera mirar.
No hay miedo a lo que viene, el miedo ya lo pasamos en la historia reciente plagada de desequilibrios, del manoteo de la renta agrícola, y de la destrucción de los mercados. Tampoco hay cheques en banco. Hay expectativas, buenas sensaciones, necesidad de creer, y esperanza que ésta vez el Gobierno no vuelva a defraudar con un resultado entregable de poca monta.
Las expectativas y el humor del empresario determinan algo no menor: la tasa de reinversión, que el agro la necesita en gran escala si queremos en pocos años aspirar a ser productores de 200 millones de toneladas de granos.
Miremos como botón de muestra a Brasil, y lo que se logra con un Gobierno que solo necesita dejar hacer a los empresarios del agro. Multiplicaron 400% su producción de granos en 20 años, tal como muestra el USDA en el cuadro de abajo:
Conclusiones finales:
En la campaña 2023/2024 vamos a tener tensión social (mucha) como contrapartida de las reformas estructurales que vienen de la mano de un Gobierno que toma fuerte el timón para dirigir el país a un escenario de equilibrio fiscal primero, para que luego sea superávit fiscal
Vamos a tener agua, que es el principio de todo (como dice un productor cliente: “los productores cosechamos agua”) , vamos a tener meses de desierto, de mucha volatilidad, también aspiramos a ver al poder territorial -especialmente los Gobernadores- asegurando gobernabilidad en el Congreso. Hay mucho riesgo en el horizonte de corto plazo, pero también hay mucha expectativa de la buena, de una sociedad fracturada moralmente que necesita ver a sus líderes que muestren el camino con idoneidad intelectual, espíritu de sacrificio, y vocación de bien común.
Yo quiero estar optimista con el futuro. Necesito estarlo, como todos los que amamos la patria donde vivimos y trabajamos. El Gobierno debe respetar el mandato de sus ciudadanos y honrarlo desde la gestión. El agro, industria insignia del país, una vez mas va a acompañar.
Por Diego Palomeque – Director Académico de AgroEducación
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