El gobierno y su realidad virtual
Por Salvador Di Stefano | Analista Económico y Director de AgroEducación
El gobierno actúa imponiendo acuerdo de precios, cepo, cierre de la economía y sigue tomando medidas que está probado que no funcionan. Acopia dólares.
El gobierno está creando una realidad virtual, adelanto el ingreso de derechos de exportación de trigo y maíz, creo el dólar soja 1,2 y 3 por lo cual adelanto la liquidación de divisas y el pago de derechos de exportación, por si todo esto fuera poco, las grandes empresas adelantaron un 20% del pago de impuesto a las ganancias 2023. En resumen, se comió una parte de los ingresos del año 2023 en el año 2022.
El gobierno en los últimos meses piso muchos pagos, gracias a este accionar logro que los ingresos fiscales sean más elevados que los gastos, en el marco de una realidad virtual, en donde el mayor atributo fue mentirse a sí mismo, ya que adelanto ingresos y postergo pagos.
Por si todo esto fuera poco, el Ministro de Economía se ha tomado como costumbre que todos los días anuncia acuerdos de precios, en donde el Estado se arroga la potestad del mercado, y fija precios en la economía. Esto nunca funciono en economía, pero el ministro insiste en acuerdo de precios, congelamiento de precios o precios justos.
En esta realidad virtual, el gobierno cumplirá la meta con el FMI, logrará el desembolso de fondos y cumplirá las obligaciones emergentes del acuerdo firmado. El año 2022 termina en forma ideal, lo que no sabemos de qué se va a disfrazar en el año 2023 cuando sea difícil recaudar y que lleguen dólares a las arcas del Banco Central.
La sequía de ingresos públicos ya asoma en el horizonte, la recaudación tributaria aumenta menos que la inflación, en este escenario será difícil el año 2023, que será año electoral y tendrá por definición suba del gasto público.
El gobierno terminaría el año con un déficit fiscal equivalente al 4,0% del PBI, para el año 2023 el objetivo es un déficit equivalente al 3,5% del PBI, difícil de imaginar con un escenario de menor cosecha, esto implica menos ingresos fiscales y caída en el ingreso de divisas del exterior.
En este contexto, la única que queda es acrecentar la realidad virtual, seguir emitiendo sin prisa, pero sin pausa, de esta forma se trata de maquillar los problemas, pero los consultores son impiadosos con el gobierno.
El Banco Central República Argentina es el que oxigena el financiamiento del Estado, la herramienta utilizada es la emisión monetaria, que se materializa en el stock de letras denominada leliq que en muchos diarios son mencionadas como los pasivos monetarios remunerados del Banco Central. Estos pasivos se remuneran con una tasa efectiva del 107,0% anual, y en concepto de intereses se paga la friolera del 3,2% del PBI, esto representa el 80% del déficit de tesorería 2022. Para el año 2023, podría representar más del 100% del déficit de tesorería.
El balance del Banco Central tiene un patrimonio de U$S 9.465 millones, pero en sus activos tienen títulos públicos de difícil realización por un monto de U$S 76.191 millones, si previsionamos al 100% estos títulos, el patrimonio neto sería negativo en U$S 66.726 millones.
Las reservas también están atravesadas por la realidad virtual, las reservas brutas al 30 de noviembre son U$S 38.009 millones, mientras que las reales no superarían los U$S 5.000 millones, la diferencia son encajes de los bancos, créditos de organismos internacionales o el swap de China. Todo es prestado, poco genuino o real.
Conclusiones
. – Es difícil poder presagiar que pasara con nuestra moneda, en el marco de esta realidad virtual, en donde los stocks de reservas reales son muy inferiores a las que figuran en el balance del Banco Central, el patrimonio real del Banco Central es negativo, los ingresos fiscales del año 2022 están influenciado por le adelanto de ingresos del año 2023, y los gastos están pisados para ver si se pueden pagar en el año 2023.
. – Por si todo esto fuera poco, el ministro de economía, casi como un señor feudal, desea que los precios estén al valor que el más le conviene, realizando acuerdo de precios con empresas, en programas retrógrados como precios justos, pone un gran cepo a la economía, dibuja el precio del dólar oficial, y la tasa de interés es ficticia, ya que no refleja la tasa de riesgo que tiene nuestro mercado.
. – Empresas cautivas de las regulaciones del Estado, terminan vendiendo sus productos con márgenes de rentabilidad muy elevados, ya que tienen en su poder bienes escasos (esta difícil la importación) ante una demanda constante que les permite incrementar precios ante la necesidad del mercado interno.
. – En este escenario tendremos un 2023 con menos cosecha, menos importaciones, y una inversión solo segmentada al sector energía, así resultada difícil crecer.
. – El gobierno vive en una realidad virtual, creen que hacen justicia social cuando cada año tenemos más pobreza, están convencidos que el mercado hará lo que ellos digan, y que se puede intervenir todo el tiempo. los controles de precios siempre fallaron, podrán emitir muchos pesos, pero no podrán esconder el faltante de dólares.
– La inflación es un fenómeno monetario, y si en el año 2023 el PBI cae, más emisión, sin aumento de productividad, nos dejara una inflación más elevada que la del año 2022, en donde emitiremos cerca de un 100% y creceremos un 5%. La inflación 2023 la vemos en torno del 120% anual.
. – Quedan 12 meses para la llegada del próximo gobierno, cada mes será un examen, la marea está bajando, y sabremos si el gobierno tiene traje de baño o está desnudo. Por las dudas compra dólares, nunca te va a defraudar.
Por Salvador Di Stefano | Analista Económico y Director de AgroEducación