Emiliano Piccardo – Intagro S.A. | Especial para Agroeducación
Debido a la situación a nivel mundial que estamos atravesando, por la propagación del COVID19, (Conoravirus) y la consecuente declaración de Pandemia por la OMS (Organización mundial de la Salud), se produce un impacto negativo en la actividad económica a nivel mundial. Los índices accionarios se desploman a nivel global al igual que los precios de los commodities, situación que debe ser ponderada a la hora de cerrar negocios.
El gobierno Nacional dictó un decreto de necesidad y urgencia que establece el aislamiento social, preventivo y obligatorio, por un plazo determinado durante el cual todas las personas no deberán concurrir a sus lugares de trabajo y permanecer en sus residencias habituales, salvo, para aprovisionarse de artículos de limpieza, alimentos y medicamentos. La violación de la cuarentena está penada por la ley.
La medida regirá desde el 20 hasta el 31 de marzo inclusive, pudiéndose prorrogar este plazo por el tiempo que se considere necesario.
Dentro de las excepciones al decreto se encuentran las actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización agropecuaria.
LA SOJA Y EL MERCADO INTERNACIONAL
Durante el comienzo de la semana pasada, más precisamente el día 16 de marzo del año 2020, la oleaginosa se hundía en el mercado de Chicago, llegando a valer U$S 301 por tonelada en el mes de mayo, tocando mínimos históricos.
Fuente: Thomson Reuters
Además, observando la tendencia bajista como consecuencia de la pandemia, debemos agregarle la caída de las exportaciones semanales en Estados Unidos.
Por otro lado, Brasil podría pasar a ser el productor con más volumen en el mundo (cosecha estimada en 126,5 Mill/tn) dejando atrás a Estados Unidos, y con alta competitividad a partir de la fuerte devaluación del real.
Pese a las malas noticias, la oleaginosa supo sobreponerse los últimos dias y pasó de tocar un piso de 301 U$S por tonelada, con un cierre en la jornada del viernes de aproximadamente 317 U$S por tonelada.
Al parecer China comienza a entrar en acción.
A NIVEL LOCAL
La Bolsa de comercio de Rosario recorta las estimaciones de producción de 55 Mtn (febrero) a 51,5 Mtn.
Los productores ya vendieron gran parte de la campaña, la cual se negoció antes del cambio de gobierno con la expectativa de evitar los nuevos costos impositivos.
El panorama no es muy alentador para conseguir buenos precios para la cosecha Argentina que está por venir. A esto le sumamos un aumento de retenciones alcanzando un 33 % sobre la oleaginosa. Claramente esto provoca una menor área sembrada y una menor producción agrícola.
Se torna difícil hacer buenos negocios dado que el margen es muy acotado.
En cuanto a los precios, la soja en Rosario se ubicó en el disponible con descarga en 210 U$S y en soja mayo U$S 205.
A pesar de que los valores no son muy atractivos, la necesidad de cubrir costos te obliga a vender y hacerte de liquidez.
Muchos productores van a preferir guardar su cosecha a la espera de un cambio de tendencia en los precios y ni hablar en lo que respecta a los derechos de exportación.
ESTRATEGIAS PARA HACER FRENTE A LA COSECHA DE SOJA
Si lo que tenemos es falta de espacio o no queremos afrontar costos de almacenamiento, sin dudas vamos a tener que ponerle precio o entregar mercadería vendiendo un porcentaje de nuestra soja a fijar.
El productor que vende mercadería a fijar espera por una mejora en los valores durante el tiempo del negocio pactado.
Si no se tiene la más mínima intención de hacer negocios a fijar y asumir el riesgo de una posible depresión en los precios durante el período de fijación del negocio, deberíamos optar por vender a precio un porcentaje de la cosecha. No dejes de ponerle precio a la mercadería, un 25 % o 30 % de la misma al menos.
Si pensamos acopiar soja, no vendría mal barajar la posibilidad de comprar puts de soja en noviembre, como cobertura, para que no perder el valor de la mercadería en nuestro poder:
Por ejemplo: si compramos una opción put de soja 11/20, con precio de ejercicio en 224 U$S, pagando una prima de U$S 6,7 y llegado el momento de vencimiento de la opción el valor de la soja en la posición 11/20 es de 210 U$S, hicimos una buena cobertura, quedando vendido en:
224 U$S [precio de ejercicio] – U$S 6,7 [costo de la prima] = 217,3 U$S.
También nos da la posibilidad de tomar ganancias sobre esa opción que, cerca del vencimiento, ya no posee valor tiempo, por lo que solo contamos con el valor intrínseco de la misma.
En el ejemplo es de:
224 U$S [precio de ejercicio] – 210 U$S [valor del futuro] = 14 U$S.
A estos 14 U$S, deberíamos descontarle el valor de la prima que pagamos para la adquisición de la opción put, por lo que nos quedaría una ganancia 7,3 U$S por tonelada.
Por otro lado, si el precio de la soja en 11/20 es mayor a 224 U$S, se pierde la prima pagada y se vende a un precio superior.
Por ejemplo:
Si la Soja 11/20 tiene un valor de 250 U$S, le restamos el costo de la prima (U$S 6,7) y vendemos nuestra mercadería en U$S 243,3.
Otra posibilidad, como estrategia de cobertura, es operar put sintéticos (venta de Forward + compra de calls):
Vendiendo futuro de soja Noviembre en 235 U$S y comprando algunos de las siguiente opciones calls, me va a permitir tomar ganancias ante un escenario alcista.
Por ejemplo, si compramos calls de soja con precio de ejercicio en 260 U$S, con un costo de 3,5 U$S y la soja en el mes de noviembre tiene un valor de 270 U$S:
Logramos una cobertura de 10 U$S, que resulta del precio diferencial entre el valor de la posición en 11/20 y el precio de ejercicio de la opción comprada. A estos 10 U$S deberemos restarle el costo de la prima pagada, por lo que nos quedaría en nuestro haber 6,5 U$S.
Para ir cerrando, sabemos que el mercado de soja continúa dominado por factores adversos y la incertidumbre de saber hasta dónde puede llegar el COVID-19 y sus consecuencias.
Más allá que en algunas semanas los países más afectados logren recomponerse y tener el dominio por sobre el virus (viendo un escenario positivo), la economía global se verá seriamente afectada durante el 2020 y ello jugará en contra de los valores de los commodities.
Como resultado, esto nos da un cuadro de situación muy mala para el productor argentino.
De todas maneras, lo aconsejable es ser progresivo en la toma de decisiones, realizar un plan analítico, priorizando costos de producción de acuerdo a las hectáreas sembradas y rindes esperados, tener presentes la capacidad y costo de almacenaje e ir promediando ventas para afrontar un escenario aún más adverso.
Y no se olviden, siempre es importante diversificar el riesgo y no poner todos los huevos en la misma canasta.