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El regalo que no fue, para administrar la escasez

Por Marianela De EmilioIng. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas

El fin de semana de navidad llegaba con renovadas esperanzas de eventos de lluvias para gran parte del país que atraviesa una sequía severa, se esperaban tanto como los niños esperan los regalos de Navidad. Sin embargo, las lluvias no llegaron, o lo hicieron en volúmenes muy inferiores a lo esperado, registros en el centro del país que fueron entre cero y dieciséis milímetros para el sábado 24 de diciembre. Veamos el estado de situación y como posicionarnos frente al gran desafío de administrar la escasez.

Ø  Clima y suelo:

Las jornadas previas al fin de semana pasado, pronosticaban lluvias entre 20 y 50 mm para el centro del país, que fueron corrigiéndose a medida que avanzaban las horas y los frentes de tormenta si iban diluyendo. Veamos el estado de sequía, lo que se esperaba y lo que ocurrió realmente, según algunos mapas climáticos. 

El informe de sequía de principios de diciembre, elaborado por la mesa de sequía nacional, conformada por expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la Comisión Nacional de Actividades Especiales (CONAE), Red para Gestión de Riesgos de Desastres (Red Gircyt), la Facultad de Agronomía de Buenos Aires (FAUBA), el Instituto Nacional del Agua (INA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el ministerio de Economía Argentina, muestra en una escala de colores el estado de sequía del país, donde figuran 24 millones de hectáreas en rojo, sequía severa. 

Uno de los pronósticos difundidos en redes sociales, mostró lluvias acumuladas esperadas para el sábado 24 de diciembre, de entre 23 y 109 mm en el centro y norte del país. Finalmente, mapas que resumen las lluvias caídas el fin de semana, muestran acumulados de entre 0 y 14 mm para el centro y litoral del país, lo mismo para el centro oeste.

Finalmente, veamos el mapa de estado de humedad del suelo al 25/12/2022, que muestra el porcentaje de agua útil en el suelo, es decir, que porcentaje del agua del suelo es útil para ser consumida por los cultivos. Muestra como la mayor parte del país se encuentra con entre 0 y 10% de agua útil, es decir, prácticamente sin humedad para ser tomada por los cultivos.

Ø  Trigo:

La cosecha de trigo avanza sobre casi 80% de la superficie, y acumula 9,3 millones de toneladas, con rendimientos promedio inferiores a 22 qq/ha. Se espera una cosecha en torno a 10-11 millones de toneladas, considerando que casi 50% del trigo nacional se encuentra en condiciones regulares a malas. Considerando que la exportación tiene 8,8 millones de toneladas de trigo 22/23 comprometidas, si tuviesen que cumplir esos embarques, el país se quedaría casi sin saldo para el consumo interno. No obstante, luego de la resolución nacional del 2 de noviembre pasado, que otorga una prórroga de hasta 360 días a las declaraciones juradas de ventas al exterior entre diciembre 22 y febrero 23, se oxigeno el mercado nacional de trigo, al validar, frente a la emergencia climática, la postergación de esos compromisos asumidos en forma anticipada a la cosecha. Considerando un consumo local de entre 6 y 7 millones de toneladas, por la industria molinera, Argentina tendrá un saldo de exportación de entre 3 y 4 millones de toneladas, menos del 30% del volumen de trigo 21/22 exportado, 14,5 millones de toneladas.

Ø  Maíz:

La siembra de maíz 22/23 avanza sobre menos de 52% de la superficie. El 26% de lo implantado hasta ahora, se encuentra en condiciones regular a malas, mientras el resto se encuentra en estado normal a bueno. Hay muchos lotes que ya se encuentran en floración, atravesando el período crítico, con muy poco desarrollo vegetativo, y malas condiciones climáticas, lo que compromete los rendimientos potenciales de este cereal. Recordemos que la cosecha del año pasado, que superó 50 millones de toneladas, posiblemente no se repita este año, dadas las malas condiciones de muchos lotes, la retrasada siembra y el estado de los suelos con casi nulas reservas de agua. 

Hay casi 8 millones de toneladas de maíz 22/23 comprometidas por la exportación, para ser entregadas entre marzo y mayo, lo que, dado el mal estado del maíz temprano, el que suple estos volúmenes en esas fechas. Similar a lo ocurrido en trigo, el gobierno otorgó en diciembre, por resolución, una prórroga de 180 días a los embarques comprometidos entre diciembre 22 y febrero 23, para dar lugar a cumplir con dichos embarques con la entrada del maíz tardío, a partir de mayo-junio 23, y reservar el maíz viejo para compensar los recortes productivos del maíz temprano. 

Aún no se difunden proyecciones de cosecha, pero la realidad nos muestra que cada día sin lluvias representa recortes de rendimientos, que terminarán de proyectarse hacia febrero del 2023.

Ø  Soja:

La siembra de soja 22/23 avanza sobre más de 60% de la superficie proyectada, con retrasos de casi 13% respecto al avance de siembra del año pasado a estas fechas. De la soja implantada, 25% se encuentra en condiciones regulares a malas, mientras 42% se encuentra en condiciones climáticas de regulares a sequía. 

Si bien se proyecta una cosecha de 49 millones de toneladas, y la soja es uno de los cultivos más flexibles, respecto a tiempo de floración, formación y llenado de vainas, es compleja la situación de lotes recién emergidos en condiciones tan severas de sequía, a lo que se suman controles incompletos de malezas y ataques de plagas insectiles. 

Conclusiones: El regalo que no fue, las lluvias esperadas para Noche Buena, agrava el estado de sequía que viene profundizándose hace algunos meses. Los pronósticos climáticos, si bien ya muestra un retorno a la neutralidad y pasaje a “El Niño” (lluvias por encima de lo normal), posiblemente lleguen a destiempo, y no logren revertir las precarias proyecciones 22/23 de cosecha. 

El mensaje, frente a estas alarmas, es ajustar la administración de la escasez. Considerar los remanentes 21/22 a comercializar, los precios actuales ofrecidos, y la posibilidad de convertir esos volúmenes y precios en liquidaciones que puedan compensar recortes de cosecha y/o precios hacia la 22/23. La escasez proyectada no puede ser cuantificada todavía, pero seguirá siendo monitoreada por diversos organismos, entre los que se encuentra la “Mesa Nacional de Sequía”, cuya información, que ha sido útil para el diseño de las resoluciones de prórroga de exportaciones mencionadas, también debe ser útil para la toma de decisiones a nivel agro empresa, considerando dificultades para afrontar obligaciones a cosecha 22/23, e inversiones hacia la siguiente campaña, la 23/24, que, si Dios quiere, vendrá con un panorama climático más alentador.

“Aprovecho el espacio para desearles un 2023 de buenas decisiones y planificación. Con una mirada de esperanza, que atraviese la coyuntura y nos lleve a apostar por el desarrollo de un país con oportunidades genuinas, para las actuales y futuras generaciones” ¡Feliz 2023 y Dios los bendiga!

                                                   Marianela De Emilio

Por Marianela De EmilioIng. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas

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