Por: Ing. Hernán Fernández Martínez
Muy Buenos días! Seguimos atravesando esta inédita cuarentena y ya nos hemos acostumbrado a esta nueva realidad de reuniones virtuales. En nuestro caso llevamos más de 25 teleconferencias pero claro que no es lo mismo, no hay mates compartidos, no hay chorizos secos ni largos asados compartidos post reunión; pero lo único que no cambia y permanece siempre presente e inmutable en la realidad del negocio agrícola argentino es “Su Majestad la INCERTIDUMBRE”. Nos decía un cliente y amigo esta semana, “…este país obliga a reinventarte y reconvertir tu plan financiero y estrategia comercial permanentemente, no puede ser tan complejo planificar un negocio en la Argentina…”. Lamentablemente tiene toda la razón del mundo pero es lo que es, así se vive la actividad económica en la argentina y por ese motivo no podemos darnos el lujo de dejar pasar las oportunidades cuando están a la mano. Pero para eso hay que lograr identificarlas primero y luego tomar la decisión de capturarlas sin dejarse llevar por la tentación de esperar algo mejor. Sucede repetidas veces que dejamos pasar buenos negocios y a los pocos días añoramos aquello que tuvimos. El último ejemplo de esto es el Trigo 20-21 arriba de los U$D 170/tn. No permitamos que esto suceda nuevamente pues la situación mundial y global se ve realmente compleja con una fenomenal escasez de Demanda que tiene un futuro incierto.
Nos tomamos unos minutos para esta introducción porque estamos, probablemente, a las puertas de un nuevo cimbronazo económico en nuestro país, sería uno más, con causa aparente en la bendita Deuda Externa aunque claro está que los problemas estructurales son los mismos de hace décadas y la deuda es sólo la consecuencia explícita y recurrente de aquellos. Pero volviendo al presente, vale recordar que por estos días el ministro de Economía Martín Guzmán se encuentra embarcado en la renegociación de parte de la Deuda Externa Argentina que constituye casi su única función, al menos hasta ahora, y la propuesta formal realizada hace unos días para los acreedores de deuda por unos U$D 68.000 millones bajo ley extranjera ya fue presentada. Podríamos resumirla en una quita del 62% en los intereses, quita de un 5,4% del Capital y tomarse 3 años de Gracia para el primer pago, canjeando lo adeudado por nuevos bonos que vencen entre el 2030 y el 2047. La primera reacción de los acreedores no fue demasiado positiva aunque el 8 de mayo vence el plazo establecido por la Argentina para que acepten la propuesta. En estas cosas nunca está dicha la última palabra y mientras no se venzan los plazos formales siempre hay espacio para negociar. Pero yendo al fondo de la cuestión, el próximo vencimiento y quizás la fecha de quiebre que muchos observan es el 22 de mayo, día en el que se deberían pagar los intereses que no se pagaron el 22 de abril por U$D 500 Millones. Todo esto condimentado por un contexto global recesivo que busca salir de la cuarentena económica ya generada por el COVID-19, mientras los grandes bancos centrales del Mundo tratan de ayudar inyectando inéditos volúmenes de dinero y reduciendo a 0,00% el costo del dinero. Sólo durante el mes de marzo la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco
Central de Inglaterra, el Banco Central de Canadá, el Banco Central de Japón y el Banco Central Europeo inyectaron en conjunto la suma de 1,4 millones de millones de dólares (U$D 1,4 billones) en sus economías, acción conjunta jamás vista en la historia del planeta.
Nuestro Banco Central no se quedó atrás, y entre Adelantos al Tesoro Nacional, Emisión Monetaria y Emisión de Títulos se aportaron 1,62 millones de millones de pesos con diversos destinos.
Este es el contexto en el que encaramos la campaña 20-21 que podríamos mirar a través de la evolución del dólar mayorista comprador (dólar al que se pesifican los granos al venderlos) durante los últimos 12 meses en comparación con el Dólar Bolsa, que es legal, y libre:
Conclusiones parciales:
- El Dólar de los granos subió un 51% durante los últimos 12 meses.
- El Dólar Bolsa subió un 153% durante los últimos 12 meses
- La Brecha entre el Dólar Mayorista Comprador y el Dólar Bolsa pasó del 1% en mayo de 2019 al 69,57% el jueves 30 de abril de 2020.
Conclusión Final:
Una Brecha del 70% suele generar consecuencias no deseadas sobre la Balanza Comercial, pues ante la percepción de una inminente reducción de la misma, los importadores empiezan a querer anticipar compras y los exportadores (dentro de los cuales están conceptualmente los productores agrícolas) buscan retardar las ventas.
Como siempre decimos, no es nuestra función hacer predicciones sobre el futuro ni descripciones de la realidad sino utilizar el análisis para sugerir decisiones a los empresarios agrícolas; es por eso que a partir de lo descripto insistimos una vez más en “ATAR TODOS LOS CABOS POSIBLES EN ESTE INCIERTO CONTEXTO”. Buscar anticipar los pagos en dólares y hasta quizás pre-cancelar deudas en esa moneda si fuera posible aprovechando la inyección de liquidez que implica la cosecha. Al mismo tiempo que utilizar las bajas tasas de interés en pesos para comprar insumos de la campaña entrante o en canje por mercadería disponible.
No son tiempos de dejar cabos sueltos, de ninguna manera queremos ser agoreros pero sí dejar claro que navegamos en un barco que no tripulamos y estamos a la entrada de una tormenta que puede generar un oleaje de proporciones con lo cual atar todo lo que sea posible es lo que sugerimos y dejar para la mesa de café las apuestas sobre el futuro.
Recupera vigencia la eterna frase: “…ANTICIPÁ LA PESIFICACIÓN DE TUS COMPRAS Y
POSTERGÁ LA PESIFICACIÓN DE TUS VENTAS…” pero le agregaríamos…”…A MENOS QUE UTILICES LA DEVALUACIÓN IMPLÍCITA EN EL DÓLAR FUTURO PARA CERRAR PAGOS Y COMPRAS VENIDERAS…”.
MANOS A LA OBRA!
Por Ing. Hernán Fernández Martínez – Docente de Agroeducación | Fuente: Clarin.com