Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas
El pasado 6 de agosto, como cada año, se conmemoró el día de los profesionales de las Ciencias Agrarias, tanto Ingenieros Agrónomos como Médicos Veterinarios recibieron saludos y felicitaciones. Ambas profesiones tienen mucho que ver con el desarrollo de los diferentes sistemas productivos y la administración de Recursos Naturales, que dieron continuidad al posicionamiento de Argentina como un país productor y exportador de agro alimentos. El rol de los profesionales, así como su valor, ha sido discutido reiteradamente en diferentes ámbitos formales e informales, dada su relevancia en la adopción de buenas prácticas agrícolas, donde la mirada no solo se posiciona en el cuanto producir, sino en el cómo hacerlo, con puntos de compromiso entre producción, sociedad y ambiente.
El abanico de actividades que involucra el ejercicio de las ciencias agrarias es tan grande, que muchas veces las tareas desarrolladas no son acompañadas de honorarios que, como la palabra lo indica, honren el desempeño profesional. Los colegios de profesionales, tanto de veterinarios como de ingenieros agrónomos, ofrecen valores de referencia para quienes quieran comparar sus honorarios con lo establecido por estas instituciones. En el Colegio de Médicos Veterinarios se establece el valor del GAVET (Galeano Veterinario), y en el Colegio de Ingenieros Agrónomos, el valor del AGRO, son las unidades de medida para establecer honorarios profesionales de referencia para diferentes actividades.
Hay dos aspectos importantes a considerar respecto al valor de estas unidades, uno es el método de actualización, que acompañe la evolución macroeconómica del país, y otro es cuán usado es por los profesionales para ajustar sus honorarios.
En cuanto al GAVET de médicos veterinarios, es un valor que se actualiza a través de métodos que incluyen índices inflacionarios y paritarias de otras actividades, y es consultado y considerado para establecer honorarios profesionales.
El AGRO de los Ingenieros Agrónomos, se actualiza de dos a cuatro veces al año, según la volatilidad de la macroeconómica del país, y es parcialmente consultado por los profesionales, no siendo del todo tomado como referencia para establecer honorarios, lo que, entre otros motivos, muestra la falta de representatividad de este valor de referencia, para los profesionales.
En el siguiente gráfico puede verse la evolución del valor del agro desde 2012 hasta julio 2023, última actualización, en PESOS, en Dólares y en kilos de soja por AGRO.
En PESOS puede verse que evolucionó desde $7,15 en 2012 a 310/Agro en 2023, un aumento que supera el cuatro mil por ciento en una década, se observa la escalada de subas que comenzó a tener desde enero de 2022, acompañando la aceleración inflacionaria de los últimos meses. Cuando se observa el valor del Agro en Dólares, hay techos de U$S 1,5/Agro desde fin de 2012 hasta 2015, para entrar en un camino de bajas a partir de 2016, alcanzando mínimos de U$S 0,7/Agro en 2019, y recuperar hasta los actuales U$S 1,2/Agro en su equivalente de la última actualización de julio 2023, valor que disminuirá a medida que la devaluación avance, hasta la próxima actualización. Por último, cuando se toma el valor del Agro en Kilos de soja, según el valor disponible de la soja en PESOS, puede verse como, dadas las bajas y subas del precio de la soja, el Agro ha representado un máximo de 6,7 kilos de soja/Agro en 2014, bajando a partir de ese año a mínimos de 2,3 kilos/Agro en abril 2023. Esta última medida muestra cómo, en la moneda de cambio del productor agrícola, soja, el asesoramiento costo cada vez menos.
Para ajustar el valor del Agro al índice de Precio al Consumidor Nacional, que muestra el grado de inflación de los diversos bienes y servicios de nuestro país, se anualizan los aumentos de cada actualización, y se compara con la evolución del IPC. En el gráfico se observa como gran parte de los aumentos del valor del Agro fueron en menor proporción que la inflación, quedando la línea de variación del Agro por debajo de la del IPC en la mayoría de los casos. Esto muestra un avance en el retraso de las actualizaciones, de efecto acumulativo en el tiempo, finalmente en julio coincide la suba del Agro con el porcentaje inflacionario anual.
A fin de comparar la representatividad del Agro con los honorarios que cobra un Ing. Agr. Dedicado al asesoramiento agrícola, pueden usarse dos datos puntuales, que podrían trasladarse a las diferentes áreas de desempeño profesional. Mientras los asesores cobran de 1% a 2% del rendimiento bruto de la producción agrícola, cuando se hacen cargo del asesoramiento integral de un establecimiento, que incluye seguimiento de tareas productivas y administrativas, más monitoreo de lotes, el Colegio establece que debe cobrarse 3 Agro/Ha/mes más 6% de la producción, lo que significa que, a un rendimiento de lote de 40 qq/ha, un asesor cobra entre 40 y 80 kilos/ha, versus 36 Agro/Ha/año más 6%, lo que equivale aproximadamente a 350 kilos/ha, al precio actual de la soja. Es decir que, se cobra 11 a 22% del valor de referencia en el Colegio de Ingenieros Agrónomos.
Conclusiones: Volviendo al inicio, discutir respecto a honorarios profesionales, si bien podría parecer un tema gremial, puede ser un punto de partida para discutir cuan honrado es el rol de los profesionales de las ciencias agrarias en función del valor real que estos obtienen en su desempeño.
La evolución de las ciencias agrarias es dinámica y la intervención de profesionales idóneos marca la diferencia en la dirección que toman muchas agro empresas. Poner en discusión la posición del profesional en función de su valoración, nos lleva a plantear dos aspectos. Desde el profesional, su responsabilidad y compromiso en el ejercicio de la profesión, y, desde el productor, su responsabilidad y compromiso en la adopción de innovaciones fundamentales para reconvertir los sistemas productivos.
Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas
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