Frigoríficos en EE.UU., con ganancias inéditas
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero y Docente AgroEducación
El Covid-19 ha dejado graves secuelas en la industria frigorífica de Estados Unidos. Australia, ha visto afectado en el último año y medio fuertemente su capacidad operativa, de cuyo impacto todavía no se han recuperado.
En una reciente reunión realizada en el Senado de Estados Unidos se reveló que por lo menos 59 mil trabajadores de los frigoríficos Tyson, Cargill, Smithfield, JBS y National, enfermaron de Covid-19, de los que fallecieron 269.
El informe publicado sostiene que las empresas fallaron en proteger a sus trabajadores. Más de 29 mil infectados corresponden sólo a la empresa Tyson. En el total de la industria frigorífica estadounidense se calcula que enfermaron 334 mil trabajadores.
En Estados Unidos, los frigoríficos que matan novillos y vaquillonas de feedlot muestran en octubre un margen de ganancia de 562 dólares por animal.
“Las ganancias de Tyson, el frigorífico más grande de Estados Unidos son asombrosas”, dice el analista Steve Kay, editor de Cattle Buyers Weekly.
Los formidables resultados económicos de la industria frigorífica reflejan una demanda interna muy firme, originada no sólo en un mayor consumo en el hogar, sino también fuera de casa (food service), además de una demanda externa creciente, especialmente en Asia.
Tanto Tyson como los otros gigantes de la carne estadounidense están utilizando sólo 78% de la capacidad instalada. Es como consecuencia de la notable escasez de mano de obra que trajo el virus, con miles de trabajadores que después de la enfermedad no volvieron a su trabajo.
Para atraer operarios, Tyson ha incrementado significativamente los salarios, flexibilizó los horarios y los turnos, y puso guarderías para niños en la mayoría de las plantas.
La incapacidad de la industria para procesar todo el ganado ofrecido, trajo durante gran parte del año pasado y a lo largo del 2021 una baja en el precio del novillo, y al mismo tiempo una fuerte suba en el precio mayorista de la carne vacuna, ampliándose -como nunca antes- la brecha entre precio al productor y precio al consumidor.
GANANCIAS INÉDITAS
Una industria muy concentrada, y con pocas plantas (muy grandes) se convirtió –al ser afectada por la pandemia– en un cuello de botella para toda la cadena de la carne vacuna.
Los frigoríficos que no se vieron obligados a parar y que lograron seguir operando durante la pandemia, han obtenido –y siguen obteniendo– márgenes de ganancia inéditos.
Sea por las amenazas de intervención del gobierno estadounidense, sea por la menor oferta de ganado de las últimas semanas, el ciclo ganadero estadounidense se está dando vuelta. Lo cierto es que el precio de la hacienda ha estado subiendo durante los últimos dos meses. El precio actual del novillo se ubica 29% por encima de diciembre del año pasado.
El 2022 luce muy promisorio para los ganaderos americanos, previéndose que las ganancias extraordinarias de la industria comenzarán a volcarse al precio de la hacienda.