Firme la vaca conserva y manufactura, con una mejora en los volúmenes demandados por China (efecto año nuevo lunar) y un incremento en los precios pagados por el shink-shank, por la vaca en cortes o por la rueda.
La oferta estacionalmente ha comenzado a declinar y todo indica que por varias semanas la vaca se mantendrá muy firme.
Lo opuesto es el mercado para la hacienda liviana de consumo: el mayor encierre de los meses recientes ya se está expresando en una mayor oferta, tanto en el mercado de Cañuelas como en directo, que encuentra un consumo agotado y a la defensiva.
Está recuperando el terreno perdido –más rápido de lo esperado– el valor de la invernada, que hoy se ubica sólo un 12% por debajo de los máximos históricos (a moneda constante) de marzo último.
La oferta de terneros es escasa y lo será más aún si llueve en forma generalizada;el productor que vende gordo, y que no tiene alternativas financieras, huye de la plata y repone hacienda.
Asistimos a un mercado muy segmentado: firme para la vaca (gorda, manufactura, conserva), más flojo para el novillo Hilton (el R&L ha caído por debajo de los 12 mil dólares), muy débil para la hacienda liviana de consumo, y en recuperación –pero con rezago- para el novillo “sin papeles”.
Por la seca, las recrías se han atrasado, y si llega a llover de manera abundante y generalizada probablemente se registre una retención de primavera.
Los precios FOB han dejado de caer, y se presenta un panorama flojo en Europa pero favorable en China, mercado que absorbe hoy más del 75% de lo exportado.
Habrá que esperar las medidas oficiales: si se levantan las restricciones a la exportación, el sector podría aportar entre 600 y 800 millones de dólares adicionales a la balanza comercial.
La demanda internacional está. En julio, y según datos del Senasa, los envíos a faena fueron 5,6% más altos que en igual mes del año pasado. Sube la oferta de vacas (+12%), de vaquillonas (+5.5%), novillitos (+3,9%) y de novillitos (+4,7%). Crece la oferta ganadera, en un momento inoportuno.
PRECIOS
Entre diciembre de 2019, inicio de la administración de los Fernández, y junio del 2022, el precio de la carne vacuna al mostrador subió un 257 por ciento, y la de pollo lo hizo un 239% y el cerdo 160%.
Desde enero pasado, y mientras la carne vacuna se incrementó un 30%, el pollo subió un 50% y el cerdo sólo un 14%.
En los últimos tres meses ha subido marcadamente el precio del pollo, que ha perdido una parte de la notable competitividad que tuvo con respecto al cerdo y al vacuno durante el año 2021.
El cerdo es hoy la carne cuyo consumo crece más rápido, costando al público -en números redondos- la mitad que la carne vacuna.
Muchas de las carnicerías tradicionales, especialmente en el ámbito del Amba, sufren hoy una fuerte caída de los volúmenes vendidos de cortes vacunos, y sobreviven con la venta de cerdo, pollo y productos bovinos elaborados (milanesas, hamburguesas, matambre, entre otros).
El sistema de precios relativos entre los diferentes tipos de carne hoy se presenta así: la carne vacuna tiene un valor 100, el cerdo 60 y el pollo 29.
En Estados Unidos esta relación de precios al mostrador es: vacuna 100, cerdo 48 y pollo 58, con un fuerte aumento del precio del pollo en los últimos meses y un abaratamiento relativo del cerdo.
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
