Por Marianela De Emilio, Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas
La semana pasada salió un nuevo informe de Oferta y Demanda mundial de granos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), con algunos ajustes para la producción y exportaciones de Argentina. También tuvimos el informe semanal de la Bolsa de Cereales de Bs As (BCBA) y de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), con sus estimaciones para la cosecha 22/23. Sobrevolando las proyecciones, el mercado de granos se ve afectado por el mundo y las reglas de juego locales.
Ø SOJA:
El USDA a nivel global aumentó los stocks de soja 22/23, llevando la relación stock/consumo de 26,4% a casi 27%, mostrando fortaleza de la oferta respecto de la demanda, que, de resultar en esos niveles, presionaría en el mediano plazo los precios a la baja. Para Argentina, el USDA proyectó un recorte productivo de soja 22/23 de 1,5 millones de toneladas (MM TN), a 49,5 MM TN, y redujo los volúmenes destinados a molienda y exportaciones de aceite y harina de soja desde nuestro país. A nivel local, con los primeros lotes de soja de primera sembrados en zona núcleo, la BCBA proyecta 48 MM TN y la BCR anticipa que, por atraso de siembra en zona núcleo, los potenciales de soja serían los más bajos de los últimos 12 años. Con todo por hacer para la actual campaña y el clima amenazando hasta febrero 23, tenemos compromisos de exportación 22/23 por menos de 900 mil toneladas entre granos, aceite y subproductos de molienda, considerando exportaciones 21/22 que hasta ahora acumulan más de 30 MM TN en todo el complejo sojero, hay gran incertidumbre que atenta contra el ingreso de divisas del año que viene.
En cuanto a los precios, a nivel internacional, los rangos de precios internacionales se sostienen entre U$S 500 y 550/TN por los últimos tres meses, mientras los futuros hasta julio 2023 fluctúan en torno a U$S 520/TN, mostrando lateralidad en niveles altos de precios para el mediano plazo, que podría ser revertido por una abundante cosecha 22/23 en Brasil. A nivel local, mientras tenemos precios disponibles que han fluctuado entre U$S 300 y 400/TN por los últimos dos años, cuyo rendimiento de liquidaciones en Dólar billete, se vio afectado en septiembre por el Dólar soja, medida que tiene expectativas de ser repetida antes de fin de año, a los fines de precipitar más liquidaciones de esta oleaginosa. Los precios futuros, que fluctúan entre U$S 380 y 410/TN hasta julio del 2023, muestran un mercado con existencias 21/22 inferiores a 12 MM TN, y una cosecha 22/23 cargada de incertidumbre climática. Es importante considerar un nuevo Dólar soja y el destino de las liquidaciones, cuyo poder de compra será mayor que el actual, pero debiera ser considerado frente al menor poder de compra de una menor cosecha 22/23. Si el nuevo Dólar soja gira en torno a $225/U$S, versus un oficial de $170/U$S, tenemos una suba del 32% en el tipo de cambio, que, de trasladarse completamente al precio disponible de soja, debiera transformarse en un poder de compra 32% superior, tal que permita adelantar pago y compras, que compensen parcialmente un probable menor potencial de rendimientos 22/23.
Ø MAÍZ:
El USDA no trajo cambios relevantes para maíz a nivel mundial, ni tampoco hizo ajustes de producción para Argentina, estimando una cosecha 22/23 de 55 MM TN y exportación de 41 MM TN. Mientras tanto, las proyecciones locales de la BCBA hablan de 50 MM TN en 7,3 MM hectáreas de siembra, versus 8 millones de hectáreas proyectadas por la BCR. Se han relevado atrasos de fecha de siembras tempranas, y daños por heladas en lotes recién emergidos, lo que atenta contra el volumen de cosecha de maíz temprano, único grano nuevo disponible a nivel global, entre marzo y junio de cada año.
Los precios internacionales de maíz han fluctuado entre U$S 230 y 275/TN los últimos 4 meses, mientras los futuros hasta julio 2023 se sostienen en torno a U$S 270/TN, mostrando, al igual que en soja, fortaleza en buen nivel de precios para el corto y mediano plazo, que podría cambiar fuertemente a partir de julio 2023, ante una importante cosecha en Brasil, o antes, ante un recorte en la demanda, frente a amenazas internacionales de recisión. A nivel local, con precios disponibles que han permanecido por encima de U$S 200/TN en lo que va del 2022, muestra precios futuros entre U$S 250 y 260/TN hasta abril del 2023, lo que, con un saldo 21/22 a comercializar inferior a 11 MM TN, y un volumen de cosecha temprana con fuertes riesgos de recorte, por malas condiciones de siembra e implantación, se transforma en un saldo acotado, y precios que no permitirían ir mucho más lejos de lo que el mercado interno permita. Los altos costos de implantación 22/23 y el riesgo de magra cosecha, hace que sea fundamental manejar las liquidaciones del saldo de maíz 21/22 como una reserva de emergencia, para sobreponerse a la falta o escaza cosecha de maíz temprano.
Ø TRIGO:
El USDA proyecto leve aumento de producción mundial de trigo para la 22/23, y también elevó el consumo y exportaciones, casi en mismas proporciones, lo que causó que los stocks no se movieran significativamente, dejando la relación stock/consumo en torno a 34%, un valor que presiona los mercados a la baja. No se ajustaron proyecciones de producción ni exportaciones para Rusia y Ucrania, no reflejando futuros recrudecimientos del conflicto entre estos dos países, que recorten oferta exportable al mundo de este cereal. En cuanto a las proyecciones de Argentina, el USDA recortó en 2 MM TN la producción y exportaciones 22/23, a 15,5 MM TN de producción y 10 MM TN de exportación. Cuando vemos las proyecciones de la BCBA, esta recorta por quinta semana consecutiva el volumen a cosechar a 12,4 MM TN, de 17,5 MM TN que proyectaban hasta la primera semana de octubre 2022, Mientras la BCR proyecta una cosecha de 13,7 MM TN. Significa que, mientras el USDA recorta 2 MM TN, a nivel local se recortaron 5 MM TN. Las exportaciones locales, que para la 21/22 acumularon un total de 14,6 MM TN, hasta ahora, acumulan compromiso de exportación, a través de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de casi 9 MM TN, siendo que los productores le han vendido en forma anticipada a la exportación casi 5,4 MM TN y se resolvió dar a la exportación la posibilidad de postergar estos compromisos por un año, ante las proyecciones cada vez más ajustadas de cosecha.
En medio de proyecciones y regulaciones, los precios internacionales de trigo se han movido entre U$S 290 y 330/TN desde hace cuatro meses, mientras los futuros hasta julio del 2023 fluctúan en torno a U$S 330/TN, mostrando lateralidad de precios en el corto y mediano plazo, con el acuerdo entre Rusia y Ucrania como una de las amenazas del mercado para definir niveles inferiores de precios en el mediano y largo plazo. La magra cosecha de trigo local afecta parcialmente al mercado internacional, ya que tiene a Canadá y Australia como proveedores que aumentan este año sus volúmenes a exportar, compensando las bajas de Argentina. Por otro lado, los precios locales, que se han sostenido entre U$S 280 y 380/TN por los últimos siete meses, muestra los futuros hasta julio del 2023 en torno a U$S 350/TN, con la salvedad de las regulaciones a la exportación, que permitirían re direccionar gran parte del volumen comprometido a la exportación, al mercado interno, y con esto quitar tensión de demanda en el corto y mediano plazo, permitiendo que los precios cedan a la baja.
Conclusiones: El USDA no trajo grandes cambios de oferta y demanda de granos, ni para el mundo ni para Argentina, mientras a nivel local las expectativas nivelan hacia los peores resultados en más de una década. El mercado de granos muestra precios disponibles y futuros sostenidos en buenos niveles, tanto a nivel internacional como local, mientras el rendimiento de las liquidaciones tiene diferentes expectativas, según se confirme un nuevo Dólar soja. Frente a la amenaza climática de la 22/23 y la escasez de liquidez, es fundamental destinar estratégicamente las liquidaciones del saldo de granos 21/22, trasladando las mismas a fortalecer una magra cosecha 22/23, de no hacerlo y, por el contrario, ejecutar ventas sin planificación, solo resultara en pérdida de reservas de stock y poder adquisitivo en el corto y mediano plazo, comprometiendo la capacidad para afrontar costos de la 22/23 y de la próxima 23/24.
Por Marianela De Emilio, Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA Las Rosas