Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación
Los instrumentos en pesos Ajustados X Inflación (AXI) son los grandes ganadores en un escenario en donde el dólar sube 2,2% mensual, y el billete está quieto.
La tasa implícita del dólar futuro se ubica en el 44,7% anual, la posición más larga es abril del año 2025 y cotiza en $ 1.330 que refleja una tasa del 51,9% anual. La curva de la tasa implícita del dólar futuro refleja la idea del gobierno de mantener la devaluación mensual en el 2,2% anual. Si el gobierno mantuviera esta postura a rajatabla, el dólar a abril del año 2025 debería valer $ 1.138,4 lo que se condice con una posición futura que contiene una mayor tasa de interés que cotiza a $ 1.330.
Desde nuestras proyecciones la inflación a abril del año 2024 se ubicaría en 64,7% anual, dado que los precios son más inflexibles a la baja en un entorno de precios de tarifas en franca recuperación. Hay algún cisne negro que puede aparecer y cambiar el escenario, como podría ser una suba en el precio del petróleo y el gas a nivel internacional. No lo descartemos.
Con una inflación en el 64,7% anual, y una tasa de devaluación del dólar mayorista en el 29,8% anual (surge de devaluar todos los meses a un ritmo del 2,2%), la tasa de inflación en dólares se ubicaría en el 26,8% anual. En este escenario los bonos en pesos que ajustan por inflación les ganarían a los bonos soberanos en dólares, ya que por ejemplo el AL30 tiene una tasa interna de retorno del 21,7% anual.
La inflación a un año sería superior a la tasa de interés que ofrecen los bancos por un plazo fijo tradicional a 30 días, esta tasa se ubica según la entidad y el monto a colocar en torno del 40% anual. Claramente los plazos fijos UVA le van a ganar la partida a los plazos fijos tradicionales.
Creemos que con el correr de los meses el gobierno seguirá arbitrando a la baja la tasa de política monetaria, y esto traerá consigo menores rendimientos en los depósitos a plazo fijo tradicionales, con lo cual el reinado de instrumentos ajustados por inflación se siguen imponiendo en el mercado.
Hace unos días atrás algunos medios presagiaban que los bonos en pesos ajustados por inflación dejarían de ser atractivos ante la posibilidad de una fuerte baja en el índice de precios, pero hay que tener en cuenta que la baja de la tasa de inflación se la debe medir con la tasa de devaluación del dólar mayorista para arribar a alguna conclusión.
Si a abril el año 2025 el dólar CCL cotiza a un precio similar al dólar mayorista, la suba del dólar CCL en los próximos 12 meses seria de aproximadamente un 6,4%, esto dejarían como resultado una inflación en dólar CCL del 54,8%, con lo cual los bonos en pesos ajustados por inflación serían imbatibles en dicho escenario.
En la actualidad el bono TX26 que está nominado en pesos y ajusta por inflación tiene un valor técnico de $ 1.532,2 y su valor en el mercado es de $ 1.727, con lo cual cotiza a una paridad del 112,7% y una tasa interna de retorno negativa del 5,2% anual, esta tasa la podemos despreciar si es que podemos ganar en dólares niveles de tasas muy elevados si el gobierno ancla al tipo de cambio y aprecia a la moneda. Hay otros bonos que podrían tener más atractivo como el TX28 que está nominado en pesos y ajusta por inflación, su valor técnico es de $ 1.531,82 y su precio en el mercado es de $ 1.709 o ende tiene una paridad del 111,6%, y tiene una tasa interna de retorno negativa del 2,2% anual. Otro bono que ganaría mucho en términos de dólares si se ancla el tipo de cambio y se aprecia el peso.
Conclusión
. – La política cambiaria nos lleva a una apreciación del peso, que termina favoreciendo a los instrumentos en pesos que ajustan por inflación en el mercado.
. – La escasa emisión de moneda, la sensación de que no hay pesos, juega en contra de una política de acumulación de reservas, el gobierno desea que los particulares saquen los dólares del colchón y hagan transacciones en el mercado en dólares. Difícil que ello ocurra, y podemos entrar en una recesión de características muy duras.
. – Mientras la economía se define entre una recesión dura o muy dura, la inflación seguirá ubicándose en niveles más elevados que los dólares billetes y el dólar mayorista, con lo cual todo lo que ajuste por inflación será un buen negocio.
. – En este escenario cuidado con los créditos que ajustan por inflación, lucen atractivos, pero son un arma de doble filo. Con recesión podes perder el empleo, tener caída del poder adquisitivo de tu salario, y el precio de los bienes que adquirís (por ejemplo, un rodado) podría bajar si necesitas liquidez. No parece oportuno tomar deuda ajustada por inflación.
. – Una vez más sostenemos que en el contexto actual el dólar dejó de ser objeto de deseo. La moneda que más va a defender tus ahorros es el peso ajustado por inflación, al menos en la coyuntura que vivimos, y con un escenario de superávit fiscal, comercial, no emisión y baja del riesgo país.
Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación