Por Ignacio Iriarte I Analista del Mercado de Carnes
Si bien las pérdidas por novillo engordado son menores a las de hace tres meses, el déficit económico se mantiene en los «feedlots».
Según las estadísticas oficiales, la entrada de hacienda a los corrales en el primer bimestre del año fue 32 por ciento más baja que en igual período del año anterior. El dato permitiría sostener que al menos por los próximos dos meses la oferta de ganado liviano proveniente de los feedlots seguirá siendo restringida.
Se encierran más terneras que terneros, categoría esta última que en remates feria, TV y directo es adquirida en su mayoría por los invernadores pastoriles. Buena parte de los terneros y terneras comprados, antes de la entrada al corral pasan varios meses en recría, generalmente en campo alquilado, cuyo costo por kilo ganado se calcula en la mitad que el kilo ganado en el corral.
Pese a que los números no dan, muchos matarifes y frigoríficos de consumo siguen encerrando, al igual que muchos feedloteros que producen su propio alimento. Lo mismo que muchos establecimientos que lejos de los puertos pagan menos los granos, muchos feedlots que aprovechan algún subproducto regionalmente barato, algunos frigoríficos exportadores que han comenzado a poblar la hotelería. Al igual que otros corrales que no hacen cuentas o las hacen mal, y los que piensan que no hay que apartarse del principio sagrado de “vender y reponer”.
Los feedloteros ven que el precio del gordo -muy limitado por el poder adquisitivo del consumo-, ya dio en términos reales casi todo lo que podía dar. Pese a la escasez, no habría otra suba importante de precios a la vista.
El precio del maíz y el costo de la alimentación podrían bajar -en relación al valor del gordo- en los próximos meses, si es que uno se guía por los mercados de futuro de los granos.
En cuanto a la invernada ya estamos en plena zafra y los precios no aflojan: la diferencia de compra/venta entre la invernada y el gordo sigue siendo muy adversa.
Es cierto que todavía falta comercializar el grueso de la zafra, pero muchos prevén que a partir de junio-julio, pasado el pico estacional de la oferta, el precio del ternero de invernada volverá a afirmarse.
Mientras tanto, las pérdidas por ternero o novillito engordado, resultan hoy -por ciclo- menores que dos o tres meses atrás; pero siguen siendo importantes, especialmente para aquellos que compran tanto el ternero como el alimento en el mercado.
Si se toman los valores (a moneda de hoy) del ternero, el maíz y el novillito gordo desde marzo de 2011 a la fecha se observa una gran dispersión en los resultados económicos en una operación de engorde a corral, de los 200 kilos a los 380 kilos. En marzo del 2021, dicha operación estaría dejando una pérdida de 4.481 pesos por ciclo, superada por marzo del 2011, con 5.532 pesos; marzo de 2013, con 6.837 pesos y marzo de 2014, con 4.964 pesos.
Se observan ganancias importantes en marzo del 2019 (4.679 pesos ) y marzo de 2020 (3.309 pesos).
Como se ve, el feedlot tiene fuertes oscilaciones en la rentabilidad.
El precio actual del ternero es un 27 por ciento más alto que el promedio de los años 2011/2020 para el mes de marzo. Mientras que el valor del maíz es un 59 por ciento más alto, y el precio del novillito (de 350 kilos a 390 kilos) en Liniers es 23 por ciento superior.
En ocho de los últimos 10 años, la diferencia positiva de compra/venta ternero /gordo cedió en abril con respecto a marzo.