Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
La rentabilidad en un campo de cría alquilado cayó del 8,20% al 5,14% en el último año. Los costos vienen superando a las cotizaciones.
Se evidencia una sensible mejora en los precios de las categorías que vende un criador –vaca conserva o manufactura, terneros, toros–, pero sin llegar (a moneda constante) a los máximos históricos logrados en marzo-abril pasado.
Se sigue sosteniendo el ternero de invernada, cuya oferta estacional ya ha comenzado a declinar, para tocar su mínimo anual en noviembre.
Muy firme la vaca y el toro, con una demanda china muy firme y una oferta que también estacionalmente ha comenzado a declinar. Si bien insinúa una recuperación, está muy flojo el novillo Hilton, que refleja la caída del 25-30% de los valores del R&L en Europa, muy afectados por la pérdida de valor del euro, la incipiente recesión y la ola de calor.
Está muy débil la demanda por categorías netas de consumo, con un poder adquisitivo declinante que está sufriendo el ajuste, y una oferta de los corrales que se mantiene –y se mantendrá por dos o tres meses más– en niveles muy altos.
El novillo puede mejorar si se registraran lluvias abundantes y generalizadas; la experiencia indica que en las zonas donde llovió recientemente la oferta ganadera ha caído de manera sensible.
Crece la exportación –tres meses seguidos superando las 80 mil toneladas– y muy flojo el consumo, que luce a la defensiva, agotado. Hoy la producción se distribuye así: 30% exportación y 70% consumo interno. Estos porcentajes eran impensados unos meses atrás.
PRECIOS Y MÁRGENES
En los últimos 12 meses, entre agosto del 2021 y agosto del 2022, y mientras la inflación (IPC) fue del 80%, el precio del novillito (de entre 300 a 390 kilos) subió un 69%; el novillo Hilton, 60%; la vaca conserva buena, 113% y el ternero de invernada (entre 180 a 200 kilos) lo hizo un 85%.
Estas dos últimas categorías corresponden en su mayor parte a las ventas de un criador especializado. En el mismo período, el tipo de cambio neto para la carne vacuna se incrementó sólo un 41%, mientras que un Índice de Insumos Ganaderos ponderado (personal, praderas, verdeos de invierno, silo de maíz, confección de rollos, maíz, alambre, gasoil) creció un 70%.
El costo de un plan sanitario para una explotación de cría subió un 64%, mientras que la vacuna contra la aftosa lo hizo en un 87%.
El resultado de la explotación de un campo de cría alquilado (420 hectáreas) subió de 2,04 millones de pesos a 2,61 millones de pesos anuales, un 28% más. Sin embargo, la rentabilidad sobre el capital invertido en dicha explotación bajó del 8,20% en agosto del 2021 al 5,14% en agosto de este año.
Varios insumos ganaderos han crecido por encima del promedio: el maíz (+80%), una hectárea de silaje de maíz (+87%), una hectárea de verdeo de invierno (+83%), un rollo de alambre AR (+101%) y un litro de gas-oil (+107%).
En los próximos meses, y en la medida que se sincere el valor del dólar, de las tarifas públicas, de la energía y de los combustibles, el precio ponderado de los insumos probablemente va a crecer por arriba de la inflación.
Vacunación
De acuerdo a los datos (provisorios e incompletos) que se van conociendo de la Primera Campaña anual de vacunación contra la aftosa recientemente finalizada, el número de animales inoculados se habría incrementado en el orden de las 600 mil cabezas con respecto a la Primera Campaña del 2021. Se habría vacunado un mayor número de animales en la mayoría de las provincias pampeanas, observándose que la caída en las existencias en las provincias del NEA y NOA no habría sido de la gravedad que se previó en enero-febrero pasado.
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero