Por Juan Carlos Vaca – AgroVerdad
En 2017 se vendieron en el mercado interno U$S 1.100 millones de máquinas agrícolas nacionales y se exportaron U$S 100 millones. Pero la venta “de máquinas importadas o seudo nacionales” sumaron una cifra similar a aquélla, U$S 1.100, lo cual evidencia “una preocupante balanza comercial negativa del sector”, puntualizó un autorizado experto en la materia, el Ing. Mario Bragachini, del INTA Manfredi.
Esas informaciones están contenidas en un trabajo del profesional que acaba de ser difundido, con el título “La maquinaria agrícola, innovaciones y tendencias al 2030”.
80.000 puestos de trabajo
Bragachini releva que en Argentina hoy existen aproximadamente unas 890 Pymes productoras de máquinas y agropartes y 290 de agrocomponentes metalúrgicos y electrónicos de baja y alta complejidad entre que generan unos 80.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Recuerda que el mercado total de maquinaria agrícola en 2015 fue de U$S 1.450 millones, en 2016 de U$S 1.800 millones y en 2017 totalizará –como ya se apuntó- algo más de U$S 2.200 millones, entre nacionales e importadas.
O sea –considera- se está en presencia de un mercado activo y por ahora de plena ocupación con una caída de exportaciones por falta de competitividad del dólar y por la misma razón un aumento significativo de las importaciones.
El gobierno –añade- operó medidas de quita de aranceles y complejidad para las exportaciones, lo cual fue muy bien recibido por el sector; implementó una línea de créditos de prefinanciación de exportaciones del Banco Bice muy buena y eso permitirá hacer más y mejores operaciones, pero el costo argentino es crucial en la competitividad empresarial del sector y es difícil alcanzar competitividad por precio.
Ritmo de crecimiento
El mercado interno sigue creciendo al ritmo del aumento de la producción de granos. Se estima que la campaña 2017/18 será récord con 137 millones de toneladas, incluidas un millón de hectáreas de maíz que serán picadas, según datos del Ministerio de Agroindustria.
Paralelamente, se verifica una buena reactivación de la ganadería de carne, con un salto en el consumo y en las exportaciones; la leche y los productos lácteos todavía un 8% por debajo de los niveles récord; los pollos estancados en las exportaciones; y los cerdos en franco crecimiento productivo. A la vez, hay preocupación por las importaciones de carne de cerdo congelada.
Pronósticos para 2018
Se espera un 2018 un crecimiento en la demanda de equipos de forraje conservado, preparación y suministro de raciones; también crecimiento en cabezales girasoleros y maiceros, tolvas de grano de gran tamaño y estercoleras de líquido y sólido; también aumentará el almacenaje en silo bolsa y las fertilizadoras de sólido al voleo, como así también encaladoras.
En las economías regionales no se advierte por ahora reactivación de demanda de máquinas agrícolas y en los cultivos industriales, se destaca el maní como demandante de fierros y la caña de azúcar con el etanol.
Sugerencias al gobierno
Bragachini considera que al gobierno se le podrían solicitar temporariamente algunas medidas que favorezcan la exportación de maquinaria de fabricación nacional (realmente legitimadas, el 60% nacional como en el caso de Brasil), seguir con el bono de competitividad de 14% en el mercado interno para suplir el dólar bajo y llevar ese bono también a las máquinas exportadas hasta que el dólar sea competitivo.
También continuar con la línea de créditos de tasas subsidiadas por el BNA y generar condiciones de un nivel de exportación del 25% de facturación, alguna vez alcanzado y que hoy se está en el 10% de la facturación total, insuficiente para lograr competitividad sistémica.
El crédito BNA de tasa subsidiada explica en gran medida las ventas de máquinas en el mercado interno, es sumamente estratégico y contagia para arriba a la cantidad y calidad crediticia de los bancos privados, pero el subsidio de tasa de BNA debería solamente ser dirigido a la industria nacional al igual que en Brasil. En el vecino país hace muchos años que a estos créditos solo acceden las máquinas con el 60% de fabricación nacional certificada estrictamente.
Defender la industria nacional y otorgar créditos del BNA a tasa subsidiada a máquinas nacionales “es una máquina de generar trabajo industrial”, sostiene Bragachini.
Qué sobre y qué falta
Juzga luego que parecen demasiadas las fábricas de sembradoras y pulverizadoras (60 en cada rubro), y faltan fabricantes de máquinas de procesos intensivos de producción (tambos automatizados, criaderos de pollos, granja automatizada, cerdo automatizado), y también en procesos de industrialización y manufactura primaria, de segunda y tercera generación.
Hoy –apunta además- Argentina posee una balanza comercial de U$S 600 millones negativa en máquinas de procesos agroalimentarios por lo que es necesario una rápida reconversión hacia máquinas (metalmecánica y electrónica) de manufactura para abastecer pequeñas Pymes agroalimentarias en origen.
Procesos globales
A nivel global, habrá crecimientos empresariales y desapariciones de compañías, convenios, alianzas, que pueden patear el tablero prospectivo del sector en el futuro y eso se puede ver con acercamientos como CASE/Kubota, John Deere con Khun, Geringhof, Joskin, Monosem, Hagie, King Agro y varias empresas más. Por otra parte Agco compra Precision Planting; en electrónica otro tanto, Case/NH compra fábricas de pulverizadoras y sembradoras globales por ejemplo Miller en pulverizadoras autopropulsadas. Muchos cambios se observan en el grupo Maschio Italiano; otro fue Trimble que compró Muller.
“El negocio es tener un portafolio de productos acorde a la demanda de cada momento y el razonamiento es que “si no poseo el producto competitivo, lo compro y formo parte del negocio, el “100% de nada es nada””, señala Bragachini.