Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación
Se congeló el dólar mayorista, la tasa está en el 9,83% mensual, el Banco central aspira más pesos que nunca y llegan los dólares de la soja para calmar al MEP.
A 44 días de las elecciones de octubre, y 72 días de la segunda vuelta electoral, el desafió del gobierno es que no se potencie la inflación y suban los tipos de cambios alternativos durante este período, ya que esto impacta negativamente en el candidato oficialista y empuja la intención de voto en la oposición.
Las reservas siguen siendo escasas, apenas llegan a U$S 27.648 millones al día 7 de setiembre, el gobierno logro un acuerdo con los exportadores de harina y aceite de soja para que liquiden el 25% de lo exportado en el exterior, y un 75% en el mercado interno. Los exportadores trasladarían ese benefició al productor. En el mes de julio la soja valía en el mercado en torno de $ 100.000 la tonelada, en los últimos días se negoció a $ 160.000 la tonelada, el dinero no es todo, pero como ayuda, un aumento de estas características será capturado por el productor y dueños de campo que necesitan liquidar mercadería para llegar con vida a la próxima cosecha que opera entre abril y mayo del año 2024.
Se estima que ya se llevan liquidados un millón de toneladas, y el programa rige solo para el mes de setiembre, se estima que se podrían comercializar 5 millones de toneladas, lo que le aportaría al gobierno nacional cerca de U$S 2.000 millones, es agua en el desierto para el Banco Central.
El gobierno está ideando un juego de pinzas, por un lado, congela el tipo de cambio mayorista en $ 350, por otro lado, sube la tasa de interés al 9,83% anual, entre ambas variables interviene en el mercado y vende dólares alternativos, así está domando momentáneamente a los dólares rebeldes.
El cambo en el patrón monetario está a la vista, en los últimos 12 meses la tasa de variación del dólar mayorista fue del 152,3%, la inflación medida al mes de agosto podría ubicarse en el 120% anual, mientras que la tasa de plazo fijo se ubica en el 118% anual, el detalle es que si hacemos la tasa efectiva se ubica en el 209% anual.
Bajo este cambio de patrón cambiario y monetario, está claro que la tasa de interés está muy por encima de la inflación pasada, no sabemos si cubrirá a la inflación futura. Por primera vez en mucho tiempo el dólar mayorista crece por encima de la tasa de inflación.
Otro detalle no menor, es que el gobierno emite pesos, pero absorbe dichos pesos vía colocación de bonos y absorción de pesos vía leliq y pases. En el mes de agosto el Banco Central abría absorbidos pesos vía bonos por la friolera de $ 908.000 millones, mientras que vía leliq y pases absorbió $ 2.291.705 billones. Se busca esconder pesos debajo de la alfombra para dejar la menor cantidad de dinero en la calle.
La cuenta que refleja la relación entre los pasivos monetarios y el stock de reservas se ha dejado de comunicar por muchos analistas, pero desde nuestro punto de vista sigue siendo predictor de lo que puede suceder con el tipo de cambio, cuando estas restricciones no se puedan mantener en el tiempo. Esto implica que pasada las elecciones presidenciales el mercado ira a un sinceramiento.
Los stocks de pasivos monetarios al 31 de agosto suman $ 8,1 billones de base monetaria y 19,2 billones de letras y pases, esto nos da un total de pasivos de $ 27,3 billones que crecen a una tasa del 147% anual, esto implica que hay un recorrido importante para la inflación a futuro.
Las reservas al 31 de agosto se ubican en U$S 27.818 millones y caen el 24,2% en un año.
La relación pasivos monetarios versus reservas nos indica que el dólar debería cotizar en $ 982. Hoy los dólares alternativos cotizan entre $ 670 y $ 740, es un buen precio mirando la perspectiva de su probable valor teórico actual, y el ajuste que podría sobrevenir gane quien gane la elección presidencial en octubre o noviembre.
Conclusiones
. – La jugada del gobierno de presentar un nuevo incentivo a la exportación del complejo sojero será un éxito, el campo viene de 3 años de sequía, y no puede dejar pasar este fuerte aumento de precios.
. – El aumento en el precio de la soja impacta negativamente sobre la ganadería porcina, aviar, producción de huevos y tambos, el gobierno hoy pone el foco en las reservas, deja de lado la actividad económica y la cadena de agregado de valor.
. – En este contexto el gobierno tiene chances de mantener al dólar tranquilo hasta que se defina quien será el próximo presidente. Está en los agentes económicos si deciden acopiar dólares en este contexto, o aprovechar una tasa del 9,83% mensual para hacer una diferencia en moneda dura.
. – Los bonos soberanos medidos en dólares parecen haber alcanzado un piso, y lucen a precios competitivos en los precios actuales.
. – Las acciones están más ligadas al contexto internacional, tienen más volatilidad en el marco de mercados emergentes que están con problemas por la fuerte desaceleración económica de china.
. – Para el inversor conservador comprar dólares a estos precios es una gran oportunidad. Para el inversor más calificado apostar a pesos hasta que pase el acto lectoral es una opción que tiene alto componente de adrenalina, y puede dejar una ganancia en moneda dura importante.
. – En resumen, dólar planchado por decreto, tasa de interés elevada y el ingreso de dólares del programa exportador de soja, le permiten al gobierno planchar al dólar blue. Un momento para comprar pensando en que a futuro el dólar puede cotizar por encima de $ 1.100 a fin de año.
Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación
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