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Qatar nos deja sin dólares

Por Salvador Di Stefano | Analista Económico y Director de AgroEducación

El mercado cambiario es un espanto, la multiplicidad de dólares y restricciones nos llevan a una gran recesión. Viajar al exterior es un regalo. 

El mercado cambiario argentino tiene normativas que lo convierten en unos de los más cerrados del mundo, con un Banco Central que está empecinado en tener un tipo de cambio atrasado, ya que aumenta menos que la inflación. 

El Banco Central no permite que los argentinos ahorren en dólares, tampoco que tomen deudas en el exterior, hay una normativa que le impide a las empresas renovar el 100% de sus vencimientos. El Banco Central les vende a las empresas un 40% de los dólares necesarios para pagar sus deudas y las empresas están obligadas a refinanciar el 60% restante. Esto implica que no tendremos préstamos mientras exista esta norma. Por otro lado, los argentinos van a seguir ahorrando en dólares, pero buscando el billete en el mercado, lo que traerá como consecuencia una gran brecha cambiaria. 

El dólar oficial está en torno de los $ 140 y el dólar bolsa en torno de los $ 290, esto implica una brecha superior al 100%. Esto invita a que los exportadores retengan mercadería, y que los importadores se apresuren a importar, con el fin de tener mercadería a buen precio. Los importadores solo pueden importar en el año 2022 el 70% más de lo importado en el año 2020 o un 5% más de lo importado en el año 2021, cual fuera el menor. Esto implica que las importaciones no están llamadas a crecer, el nivel de actividad e inversión no podrán aumentar en este contexto. Si a esto le sumamos que las exportaciones estarán demoradas, el país difícilmente pueda crecer. 

Resulta ridículo que en esta maraña de regulaciones el dólar turista esté en $ 255,0, por debajo de los dólares alternativos y, de ese total, un 45% es una percepción de ganancias que se toma a cuenta del pago de ganancias en mayo del año 2023. La percepción de ganancias es el 45% del valor del dólar, por ende, rondaría los $ 63. 

Para viajar al exterior deberíamos realizar esta cuenta, el pasaje lo pagás en dólares a $ 255. De ese total, $ 63 es un adelanto de ganancias, que lo podrás descontar en el próximo ejercicio, con lo cual el precio que te queda es de $ 192 (surge de tomar el dólar solidario de $ 255 y restarle el anticipo de ganancias de $ 63). 

Si cuando voy a pagar el pasaje vendo dólares alternativos que están en $ 300, voy a tener una ganancia de $ 45 (surge de tomar el valor de los dólares alternativos y restarlo del dólar solidario $ 255)

Si el dólar solidario vale $ 255 y el resto $ 63, que son a cuenta de ganancias, y $ 45 que es la ganancia por vender dólares ahorrados, el valor del dólar para viajar al exterior me queda en $ 147. Lo que se dice una ganga.

Con este dólar se multiplicarán los viajes al mundial, la venta de servicios de turismo en los últimos 12 meses se ubica en U$S 4.639 millones, es una suma mayor a todo lo que pagamos en concepto de interés en dólares de la deuda en igual plazo. 

Si el gobierno sigue con un tipo de cambio bajo, proyectamos para todo el año 2023 erogaciones por U$S 7.000 millones en concepto de viajes al exterior. Esto demuestra que el tipo de cambio está bajo y que Qatar está muy cerca para muchos fanáticos del futbol. 

El dólar soja

El gobierno desea incentivar al campo para que venda soja y de esa forma ingresen divisas. Desde nuestro punto de vista hay poco dinero por ingresar. Durante el año 2022 las declaraciones juradas de ventas al exterior ascenderían a 18 millones de toneladas de soja. 

En la campaña 2020/21 se exportaron 40,3 millones de toneladas, este año no creemos que se llegue a dicha cifra, con mucha suerte podrían venderse hasta fin de año unas 17 millones de toneladas adicionales, que a un precio internacional de U$S 600 la tonelada, podrían generar un ingreso de U$S 10.200 millones, esto con todo el viento a favor. 

Como el mercado cambiario es muy restrictivo, con un precio del dólar en torno de $ 140 y retenciones del 33%, el dólar soja hoy se ubica en $ 93,80. 

El gobierno estaría pensando (es solo una versión) en un dólar soja de $ 190, esto sería una suba del 103% respecto del dólar soja actual. 

Si el gobierno pondría un dólar soja a $ 190 no dudaría en recomendar a los productores que vendan toda la soja que tienen, esto podría hacer caer la soja en el mercado internacional, ya que vender en menos de 1 mes 17 millones de toneladas sería de gran impacto. Tampoco habría una logística que resista. 

Con semejante premio, el productor vendería su soja, pasando a guardar maíz y trigo, lo que elevaría el precio de estos productos y generaría más inflación. 

El productor que vende soja debería diversificar sus ingresos. Nuestra propuesta sería la siguiente: 

. – 25% constituir plazos fijos en pesos ajustados por inflación, para enfrentar los gastos que tendrá en el futuro inmediato, en especial gastos de estructura de su negocio.

. – 25% lo utilizará para cancelar deudas, sanear la caja y tener un escenario financiero más despejado. 

. – 25% compraría insumos para esta o próximas campañas, creemos que el insumo seguirá a la suba por un buen tiempo.

. – 25% compraría dólar bolsa como un ahorro ante alguna eventualidad. Si es una empresa jurídica, primero retiraría utilidades y compraría dólares en cabeza del accionista, para de esta forma no pagar impuesto a las ganancias por su mayor valor. 

Estos porcentajes se pueden modificar a gusto del consumidor, son solo una referencia para una venta imaginaria. 

Poner un dólar soja generaría externalidades negativas en el mercado cambiario. El gobierno tendría que emitir más dinero y, de no mediar una absorción, los niveles de inflación se dispararían a la suba. Si el Banco Central absorbe los pesos excedentes, incrementaría el pasivo monetario lo que dejaría abiertas las puertas para una suba de los dólares alternativos. 

Podés poner un dólar soja, lo que no podés es evitar las externalidades negativas, suba del trigo, maíz, dólar, tasa de interés y tasa de inflación. 

Conclusión

. – El sistema cambiario argentino es un espanto, que contribuye a que la actividad económica disminuya en un contexto de restricciones a las importaciones, pago de financiamiento externo y límites a la inversión (si no puedo importar es difícil que alguien venga a invertir).

. – La multiplicidad de dólares juega en contra de la inversión, la intervención es muy mala ya que trajo como consecuencia una brecha cambiaria superior al 100%, y un dólar turista que es un regalo e invita a los ciudadanos con buen poder adquisitivo a viajar al exterior. 

. – Poner dólar soja, minero, o lo que se te ocurra, no hace más que generar privilegios de un sector en detrimento de otros. El que exporta soja tendrá un dólar preferencial, pero si exportás leche o carne sos de segunda. 

. – El PBI es igual a Consumo + Inversión + Exportación – importaciones. La inversión, exportación e importación están frenadas con un esquema de tipos de cambio diferenciales con brechas superiores al 100% y restricción de cantidades que lo único que logran es que en el año 2023 entremos en una severa recesión. El consumo está en franco descenso por la alta inflación y la consecuente caída en el poder adquisitivo de los salarios. 

. – Ánimo, a lo mejor ahora con Gabriel Rubinstein se dan cuenta y toman las medidas correctas, pero antes hay que superar las restricciones políticas y esa es una variable incontrolada para los funcionarios del Ministerio de Economía.

Por Salvador Di Stefano | Analista Económico y Director de AgroEducación

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