Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
En la actualidad, el invernador y el feedlotero tienen ventaja frente al criador. Esa ecuación sólo se produjo sólo en ocho meses desde 2009.
Con el paso de los meses, y al acelerarse la inflación, se acentúa el atraso de los precios de la hacienda en términos reales. Con respecto a un año atrás, el precio real del novillo es un 25% inferior, y el del novillito de consumo un 23%, pero el precio de la vaca gorda retrocede un 34%;la conserva buena y el ternero de invernada, 40%. El novillo Hilton cayó solo un 21%.
En lo que va de mayo, y tomando los datos de Senasa, persiste una faena altísima de vacas, y la cantidad de hacienda encerrada en los feedlots (1,9 millones) a principios de mes permite prever que la oferta de hacienda liviana de los corrales será cercana a los récords históricos por varios meses más.
En un contexto de sobreoferta ganadera, caída de los precios internacionales de la carne vacuna -especialmente los que paga China-, atraso cambiario, inflación creciente y caída de la actividad económica, es muy difícil prever en el corto plazo una suba significativa de los precios reales de la hacienda, y menos alcanzar los altos niveles de un año atrás.
En el primer cuatrimestre del año la cantidad de terneros y terneras que salieron de los campos de cría con destino a invernada, cría o reproducción fue de 4,28 millones de cabezas (+16%). La cifra representa unos 604 mil cabezas más que en enero-abril del año pasado.
El aumento más significativo se registró de enero a marzo, porque en abril el número de terneros trasladados es casi igual a abril de 2022.
Si bien es cierto que hasta acá han salido más terneros de los campos, debe observarse que este año -según el cálculo oficial de stock de fines del 2022- se destetarían 600 mil terneros más que el año pasado.
La impresión general es que la zafra viene adelantándose, y que en pocas semanas más, la oferta de invernada va a empezar a caer.
UNA RELACIÓN POCO USUAL EN LOS ÚLTIMOS 14 AÑOS
Actualmente, la diferencia de compra/venta, es decir la relación entre el precio de la invernada y el precio del novillo, es negativa, por lo tanto favorable al comprador, sea este invernador o feedlotero.
De los últimos 169 meses, o sea del 2009 a la fecha, solo durante ocho meses la relación de compra/venta fue favorable para los compradores, y en ningún caso esa relación lo fue superando el 8%.
En la mayor parte de los años 2009-2022 la diferencia fue positiva a favor del ternero de invernada, llegando en 29 meses de ese periodo a superar el 30%.
En los últimos tres años (2020-2022), la diferencia de compra/venta se dio positiva a favor del ternero de invernada, en un rango del 25% al 38%.
Las ventas adelantadas de terneros que se han producido este año, y la necesidad de muchos productores de reponer el stock perdido por la seca, pueden llevar a que en el segundo semestre se recupere el premio de precios a favor de la invernada. La combinación de una menor oferta de terneros, con la incertidumbre por las elecciones y la aceleración de la inflación (huida de los pesos), se combinarían para que el precio del ternero se recupere en la última parte del año.
La estacionalidad de la venta de terneros en el período 2018-2022 (promedio enero-diciembre = 100) da un índice para el mes de abril de 169 (el máximo del año) y para noviembre un índice 49 (el más bajo del año). Más allá de que este año está marcado por el clima, en estas semanas comenzaría la declinación estacional de la oferta de terneros de invernada, que tocaría su mínimo anual en noviembre próximo.
El precio real del ternero se ubica actualmente un 10% por debajo del promedio histórico (2005-2022), registrándose el valor más bajo de la serie en diciembre del 2008, con $ 309 a los valores de hoy. Y el máximo en marzo del 2022, con $ 826 de hoy por kg vivo.
En un año el precio real del ternero de invernada ha caído un 40%.
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
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