Por Hernán Fernandez Martínez | Fuente: clarin.com
La relación stock/demanda de granos es comparable con el período transcurrido entre 2008 y 2015, y siguen entrando capitales al mercado.
Decía Peter Drucker: “Los resultados se obtienen al explotar las oportunidades, no al resolver los problemas». Si bien es una frase que puede despertar polémicas, describe buena parte del juego de la actividad económica real, pues muchas veces explotar oportunidades hoy, nos permite anticiparnos y resolver potenciales problemas del futuro. Pero vamos a los hechos de la semana, para luego retomar lo antedicho cono ojos de Gestión.
Recibimos el viernes pasado un nuevo reporte mensual de Oferta y Demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y mostró números que continúan construyendo un escenario positivo en su incidencia sobre los precios de la soja. Con independencia de haber reportado producciones de Argentina y Brasil 20/21 en 53,50 y 133 Millones de toneladas respectivamente e incrementar de la estimación de importaciones de China de 99 a 100 Millones de toneladas, lo verdaderamente relevante es lo informado para Estados Unidos.
Recordemos que este país, más allá de ser el segundo productor de Soja del Planeta y usual abastecedor de poroto de Soja de China, junto con nuestros vecinos cariocas, tiene en Chicago el mercado de referencia del Mundo para los precios de los Granos. Sólo por esto es que tiene especial relevancia lo que suceda en el país del norte. Peguemos una mirada a lo reportado sobre el Balance de Oferta y Demanda estimadas para el año comercial en curso en Estados Unidos, que concluye el 31 de agosto de 2021. No sin antes recordar que se encuentran en aquel país en plena cosecha, con un avance reportado el lunes pasado del 38% de la superficie por cosechar. Vamos a los números…donde el fondo rojo indica reducciones respecto del mes anterior.
Conclusiones Parciales: Área sembrada – Se redujo en 284.000 has. (-0,84%), aunque suene poco creíble, en plena cosecha así fue reportado.
Producción Estimada – Por haber reducido la superficie sembrada, a pesar de no haber modificado el rendimiento promedio estimado, se redujo la producción en casi 1 millón de toneladas.
Exportaciones – Estimaron un crecimiento de 2,04 Millones de toneladas en las ventas al exterior, lo cual implica un crecimiento de 14,26 Millones de toneladas respecto de 2019. Sin dudas a partir del despertar de las compras de China sobre Estados Unidos.
Conclusión Final: Por haberse reducido la Oferta y en simultáneo incrementado la Demanda, los Stocks Finales estimados, llegaron a 7,89 Millones de toneladas y la Relación Stock/Demanda al 6,42%, variables que per se indican justeza de mercadería y aquí radica lo verdaderamente relevante. Esta escasez de Stocks finales constituye en sí mismo un imán para los grandes capitales que hace semanas que vienen comprando Soja en mayores cantidades que en el resto de los Granos. Revisando la historia se observa que llegamos a un nivel de stocks finales y relación stock / demanda comparable con el período transcurrido entre 2008 y 2015. Período durante el cual Chicago mostró precios bien por encima de los U$D 392/tonelada que tenemos hoy, llegando allá por agosto 2012 a los U$D 650/tn.
Ahora bien, como solemos repetir recuerden que “el pasado no predice el futuro”, las variaciones en los precios son siempre multicausales y el fundamento de oferta y demanda se expresa siempre y cuando el mundo financiero se lo permita. Es decir que no necesariamente los precios deban volver a lo que tuvimos en aquellos tiempos, a pesar de que el balance de oferta y demanda se vea ajustado como en aquellos tiempos.
Desde el mercado de capitales debemos decir que también hay buenas noticias pues sigue entrando dinero especulativo al Mercado de futuros de Chicago. Durante las últimas 8 semanas aquellos fondos que integran la categoría denominada “Managed Money”, muy probablemente buscando escapar del debilitamiento del dólar en el mundo, han comprado Soja en dicha plaza por 28,77 Millones de toneladas y por casi 40 Millones de toneladas en Maíz, entre otros commodities agrícolas y no agrícolas, lo cual sigue contribuyendo a elevar los precios nominales. Y por si fuera poco debemos sumar a lo descripto la alineación de un nuevo planeta que es el atraso en la siembra de soja brasileña, lo cual si bien es prematuro es atraso al fin. Esto motivado en la escasez de humedad en el suelo. De todos los factores detallados sugerimos tomar con pinzas y relativizar este último, pues como ustedes saben, más de la mitad de la Soja Brasileña se produce en latitudes tropicales donde la lluvia es lo que sobra, suelen caer casi 2000 milímetros durante el ciclo del cultivo, con lo cual si bien es un dato a seguir de cerca es muy probable se normalice.
A partir de lo detallado volvimos a observar escaladas en los precios, tanto en Chicago como en nuestro mercado local. La cotización de la tonelada de soja en Chicago se acercó a los U$D 400/tn, luego de subir casi U$D 16; mientras que en nuestro país alcanzamos los U$D310/tn, esto es U$D 103/tn, un 50% por encima del valor que tuvimos el 20 de abril próximo pasado! Al mismo tiempo la cotización de cosecha sobre mayo 21 alcanzó los U$D270/tn, unos U$D50/tn por encima de lo que valía a principio de año.
Yendo a la Gestión… En un contexto absolutamente incierto en el cual la confianza de los tomadores de decisión de la economía real sobre las autoridades económicas ha desaparecido sugerimos una vez más, observar y analizar hechos, números y variables concretas sin embarullarnos con las palabras y los chimentos sobre el futuro cercano que a esta altura han perdido todo viso de realidad. La “Confianza” que constituye el combustible indispensable para transformar proyectos en realidades, para generar expectativas a partir de las cuales tomar decisiones activas, brilla por su ausencia. La consecuencia inmediata se observa una vez más sobre el mercado cambiario argentino que, luego del arreglo de la porción de deuda pública con bonistas del exterior, luego del “cepo recargado” del 15 de septiembre y luego de las medidas de reducción por 90 días de Derechos de Exportación sigue mostrando tensión. La realidad es que la devaluación ya sucedió, sólo que no se le permite al termómetro mostrarla. La analogía perfecta se observa en la renombrada pandemia, donde lo que abunda es la falta de testeos. Es un hecho conocido que tanto el valor real de dólar como el de los casos positivos es superior al oficial pero ahí vamos pretendiendo convencernos que la realidad es diferente de lo que realmente es.
Por esto es que pensando en la Gestión Comercial y Financiera de las empresas agrícolas y volviendo a Peter Drucker, recuerden que: ”…la planificación a largo plazo no es pensar en las decisiones futuras sino en el futuro de las decisiones del presente…”. Tenemos a mano la posibilidad de cubrir precios tanto disponibles como futuros de la campaña 20-21 capturando resultados esperados excelentes y quedar abiertos a posteriores subas con los benditos CALLs. Al menos para cubrir los flujos de gastos no podemos darnos el lujo de dejarlos pasar. Cualquier canje por insumos con precios disponibles nos ubica en una de las mejores relaciones insumo/producto de la historia. Cualquier tasa de interés en pesos inferior al 25% a plazos de cosecha de campaña es excelente en el actual contexto. Siguen siendo tiempos de atar cabos sueltos y dejar que los riesgos los corra otro.
Demasiados riesgos tiene la actividad agrícola en sí misma como para agregarle otros que se podrían eliminar. Oportunidades presentes a la mano, a no dejarlas pasar!
Hernán Fernández Martínez | Docente de Agroeducación