Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA CIEP
La siembra de trigo 24/25 ha sido un dilema desde las lluvias de abril pasado, que abrieron la posibilidad de buenos potenciales de rendimiento en las diferentes áreas trigueras del país. Los precios y las condiciones comerciales locales trajeron muchos debates, para que lo que se muestra como una oportunidad productiva también sea una oportunidad rentable. Entre los principales componentes del dilema, se encuentra el precio a cosecha, las retenciones al trigo y los costos de implantación. Dado que los mercados son tan o más cambiantes que el clima, luego de ciertos acontecimientos, es necesario recalcular para conocer si ha cambiado el presupuesto para este cereal 24/25.
Ø Costos de implantación:
La propuesta del gobierno respecto a recortar impuesto país a insumos de interés agrícola, si bien fue anunciada hace más de un mes, entró en vigencia hace pocos días, con un resultado que aún no se observa en los costos de insumos para la implantación del trigo. Suponiendo una tecnología promedio para suelos con potencial productivo en torno a 40 quintales por hectárea en zona núcleo, el costo de insumos pasó de U$S 355 a 352 por hectárea, es decir, se observa un recorte de U$S -3/Ha.
Ø Precios futuros a cosecha:
Los precios de la futura 24/25, futuros MATBA-ROFEX de trigo diciembre 24, tomaron un camino alcista por subas internacionales, relacionadas a clima seco y frio en zonas productivas de Rusia y de Estados Unidos, situación que el corto plazo está revirtiendo, recortando parte de las subas de semanas anteriores.
La continuidad y recrudecimiento de ataques entre Rusia y Ucrania, que siempre ponen en vilo el libre comercio de cereales en la zona del Mar Negro, por donde se exporta casi 30% del trigo del mundo, también sumo subas de corto plazo, que fortalecen subas en el mediano plazo, como lo es el trigo diciembre 24. Por último, a nivel local, la menor intención de siembra por resultados económicos negativos, sumado a bajo nivel de humedad en fuertes zonas trigueras, como el sur de Buenos Aires, fortalecieron subas sobre estos precios futuros.
Como se observa en el gráfico, los precios futuros pasaron de U$S 200 a más de 240/TN, con lo que el resultado a cosecha cambia, en la medida que estos valores se sostengan. Previo a las subas, un planteo productivo 23/24 en zona núcleo, con potencial productivo de 40 quintales por hectárea y pago de alquiler en quintales fijos de soja, situación planteada por representar a más del 70% de la producción agrícola nacional, ofrecía márgenes negativos, con pérdidas de U$S -60 por hectárea. Hoy, luego de estas subas, el margen bruto pasó a U$S +65 por hectárea, lo que puede verse como un salto a márgenes positivos y una nueva oportunidad de alentar la siembra de este cereal.
Ø Tasa de recupero sobre costos directos:
Conocer el margen bruto, que en el modelo planteado incluye costo de alquiler de la tierra y costos de estructura, además de costos de implantación, comercialización y cosecha, permite calcular el retorno al capital de trabajo y total de costos directos, es decir, cuál es el retorno de cada Dólar pagado para producir, cosechar y comercializar el trigo. Este cálculo solo requiere conocer el margen logrado luego de haber pagado el total de estos costos, conocido como margen bruto, al que se divide sobre gastos directos. Previo a la suba de precios, el recupero sobre costos directos, con un margen negativo, resultaba en -7%, es decir, por cada U$S 100 de costos directos, el productor perdería -7 centavos de Dólar. Luego de las subas de precios futuros, el recupero pasa a 7%, es decir, ahora, por cada Dólar, recuperaría el Dólar de costo, sumado a +7 centavos de Dólar, que figurarían como ganancia, antes de impuestos.
Luego de una suba de precios futuros del 20%, se logra pasar a una tasa de recupero positiva, que podría saldar total o parcialmente los costos totales de la empresa agrícola. Cada productor conoce su escala productiva y sus obligaciones impositivas, como para comprender si un resultado de U$S 0,07/U$S es suficiente para dar sustentabilidad económica a su producción.
Ø Retenciones:
Considerando un nivel de retenciones al trigo del 12%, podría decirse que, de quitar las retenciones podría resultar en una mejora de precios ofrecido al productor en esa proporción. Para hacer un simple cálculo, en base a los precios futuros actuales, el precio futuro diciembre 24 de U$S 240/TN podría pasar a U$S 271/TN, con lo que el margen bruto pasaría a U$S 167/ha, y la tasa de recupero a 18%, es decir, por cada Dólar de costo directo retornaría el Dólar pagado y 18 centavos de Dólar.
Esta simple cuenta, no contempla la capacidad de pago de la industria local, de la exportación, ni la fluctuación de precios del mercado durante el ciclo comercial. Sin embargo, contempla un desgravamiento impositivo que permitiría cubrir costos totales de la producción agrícola, sin comprometer la sustentabilidad de las agro empresas.
Conclusiones: Los costos productivos para el trigo que viene, no han mostrado cambios notables a la baja, a pesar de haber entrado en vigencia la quita de impuesto país a insumos claves para su producción. Los precios de cosecha han mejorado notablemente, pasando márgenes de negativos a positivos. No obstante, el presupuesto de mediano plazo apenas permite, suponiendo un sostén de los precios futuros actuales, cubrir costos directos de la producción, dejando un magro margen para afrontar diversos costos totales de la empresa agrícola. La potencial quita de retenciones permite, más allá de una suba de precios, condicionada además por el mercado local e internacional, quitar de la ecuación un condimento que grava un cultivo con márgenes débiles, pero que fortalece la producción agrícola nacional.
Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios – INTA CIEP