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Turbulencias externas, el capitán Caputo enfrenta las olas.

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

El mundo entró en turbulencias. Argentina está muy bien parada, tiene superávit fiscal, pero una agenda pesada por delante. Lo que viene para un mes clave.

La economía argentina está afectada por tres eventos no deseados, la baja superior al 10% del índice Nasdaq (que podría arrastrar a la baja al resto de los índices americanos y mercados emergentes), la devaluación del real y la gran baja en la soja. Esto podría afectar a los mercados locales, y eso comenzó a sentirse el jueves pasado, a pesar de que nuestro país goza de superávit fiscal, cerró las canillas de emisión y está evidenciando indicios de una recuperación económica.

La soja en el año 2022 valía U$S 17,50; hoy vale U$S 10,20 por bushel. El valor de la soja en términos reales (ajustado pro la inflación americana) se ubicó en U$S 618,2 la tonelada bajo el gobierno de Cristina Fernández, U$S 441,20 la tonelada bajo el gobierno de Mauricio Macri, U$S 539,8 la tonelada bajo el gobierno de Alberto Fernández y U$S 428,60 la tonelada en el gobierno de Javier Milei. Claramente, la soja es peronista, se derrumbó con Macri por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y ahora estamos ante el segundo capítulo del mismo evento. China atesora 30 millones de toneladas como resguardo a probables represalias si Donald Trump es presidente.

La desaceleración económica mundial impactó negativamente en la soja. Para la campaña 2024/25 se estima que la producción de soja será de 422 millones de toneladas y el consumo rondaría 402 millones, sobran 20 millones de toneladas. Hay un stock de soja acumulado de 128 millones de toneladas. No hay un escenario de suba inmediato.

En la campaña 2019/20, Estados Unidos produjo 97 millones de toneladas; para la campaña 2024/25 espera producir 121 millones de toneladas. Brasil, en la campaña 2019/20, produjo 129 millones de toneladas, para la campaña 2024/25 espera producir 169 millones de toneladas. Argentina, en la campaña 2019/20 produjo 49 millones de toneladas, para la campaña 2024/25 espera producir 51 millones de toneladas. Por esto decimos que hay que bajar retenciones, no hay incentivos a producir más cantidad. Entre Brasil y Estados Unidos, en los últimos años, incrementaron la producción en 64 millones de toneladas, más de lo que Argentina va a producir el año próximo. Sobra soja y falta consumo. Si no hay una merma de producción por problemas climáticos, Argentina deberá comenzar a pensar seriamente en como reconvertirse. Por otro lado, las plantas de trituración han quedado obsoletas y no hay nueva inversión para transformar soja en combustible de avión, pero eso lo dejamos para otra nota.

Sin ingresos de dólares fuertes del campo, las reservas sufren. Al día jueves, sumaban U$S 27.065 millones, sin embargo, el cierre de las canillas de emisión, más la absorción de pesos, mantienen en raya a los dólares alternativos, que, si no fuera por los eventos externos, estarían en valores muy por debajo de los actuales.

El gobierno buscará en los próximos meses nuevas líneas de financiamiento de organismos internacionales y vertebrar un acuerdo con el FMI, pero no todo será fácil. Los burócratas del FMI no tienen apuro en cerrar un acuerdo con Argentina, no hay grandes vencimientos a la vista y prefieren, por ahora, lavarse las manos y pasar el acuerdo para más adelante.

Argentina tiene premura por levantar el cepo, pero por ahora el stock de pesos es mucho más alto que el stock de dólares. Las reservas son negativas y sería necesario un gran flujo de dólares para enfrentar un mercado cambiario sin cepo.

El gobierno ya consiguió los dólares para pagar los intereses de la deuda soberana que vencen en enero 2025. Las amortizaciones se pagará con una operación repo, que se hará con garantía de oro preferentemente, mientras que desarrollaran un plan financiero que les permitiría pagar los intereses de todo el año 2025 sin recurrir a financiamiento externo.

El equipo económico confía que el blanqueo y la moratoria serán un éxito, lo que les permitirá en un mismo acto, engrosar las reservas, incrementar los ingresos fiscales, lograr superávit financiero hasta fin de año y una caída del riesgo país. Podes blanquear comprando activos financieros y no pagas la multa del 5%, pero debes permanecer comprado hasta diciembre 2025. Es una buena oportunidad para posicionarse en bonos argentinos, especialmente AL35 y Bopreal 3. Las propiedades también podrían moverse a la suba. Si bien la oferta es muy grande, el blanqueo y las nuevas líneas de crédito hipotecario ayudarán mucho, un banco ofreció crédito hipotecario ajustado por inflación más 4,0% anual, una ganga.

Conclusión

Hay viento de frente del exterior, pero el gobierno tiene delineado un plan para enfrentar sin problemas las turbulencias externas.

Es un buen momento para posicionarse en bonos soberanos y propiedades, por la mayor demanda que tendrán para esquivar la multa del blanqueo.

No vemos al dólar nuevamente por encima de la zona de $ 1.400 los alternativos y $ 1.500 el dólar blue. El gobierno sigue retirando pesos del mercado. No mires las reservas, mira los pesos.

La recaudación dio una mala señal, en julio subió el 233,5%, mientras que estimamos una inflación anual del 258,9% para los últimos 12 meses. Los impuestos sensibles a la actividad, como IVA consumo, se ubicaron con una suba del 216,7% anual, impuesto al cheque subió el 241,7% anual y aportes personales 228,8% anual. El aporte del impuesto país fue de $ 698.350,6 millones, será difícil recuperar ese dinero con otros tributos cuando se elimine.

El gobierno tiene una tarea titánica por delante. Será necesario que la inflación siga bajando, que el blanqueo y la moratoria sean exitosos, llegar a un acuerdo con el FMI y levantar el cepo. No es poco, pero tampoco imposible si el sector privado acompaña y comienza a invertir.

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

Esta nota fue publicada en IProfesional

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