Por Manuel Alvarado Ledesma I Consultor y Docente de Agroeducación
Fundamentalmente, por cuestiones climáticas en el hemisferio norte, la semana pasada fue benigna para los precios de los granos gruesos.
Los precios de la soja y el maíz, a consecuencia de la falta de lluvias en EE.UU. durante la mayor parte de agosto, obtuvieron una visible mejora en los primeros días de esa semana.
Pero, la última jornada fue negativa; claramente para la soja.
¿Este día marca un punto de inflexión en la tendencia que venía dándose?
¿Cuál es la principal razón para el cambio operado al final de la semana?
Primera respuesta. Está claro: se registraron lluvias, por su volumen, inesperadas. Se dieron en diferentes zonas el Medio Oeste estadounidense. Ergo: el tiempo húmedo fue el principal fundamento bajista.
El mercado consideró a las precipitaciones como favorables para los cultivos. Sin embargo, no está claro el cuadro.
También, en cierta medida, la proximidad de expiración de los futuros operó como impulsor de las bajas.
¿Cuál ha sido el efecto de las precipitaciones sobre el oeste y el norte del Medio Oeste? No hay, todavía, un panorama claro sobre ello. Hay quienes consideran que todavía han sido benéficas y quienes estiman que han llegado tarde.
Pero no hay duda que las precipitaciones fueron considerables, muy especialmente en Iowa y Minnesota, con acumulados que en el límite entre ambos estados su ubicaron entre 40 a 70 milímetros. Se trata de dos Estados vitales del Corn Belt.
Las precipitaciones y tormentas del alto Medio Oeste trajeron alivio. Pero, al mismo tiempo, han producido algunos daños por los severos vientos. Partes del noroeste del Corn Belt sufrieron la furia de las tormentas, con daños aún no estimados.
En cuanto a las Planicies, hubo lluvias en la parte norte y muy fuertes en el este de la Dakotas. Pero, el agua caída sería tardía para los cultivos.
Para ubicarnos mejor, el mapa de abajo nos muestra cuáles son los Estados del Corn Belt.
Más abajo podemos apreciar cuáles eran las áreas más afectadas por la sequía en ese país, al día 24 de agosto pasado, es decir poco antes de las recientes lluvias. Veamos el mapa publicado por el USDA, el día 26.
La información contenida en este mapa fue también un considerable trampolín para los precios. Con éste, podemos tomar idea de la importancia de las lluvias, que se dieron en Estados muy necesitados de humedad.
Es cierto que estas lluvias actuaron como depresor de los precios, por el lado de la oferta.
Pero, desde hace varios días viene acrecentándose el temor sobre las posibilidades de producción de otro gran oferente: Brasil.
El vecino país está atravesando la peor sequía en décadas, algo que afecta los cultivos y la provisión de energía, así como el transporte fluvial.
El país sufre su mayor crisis hídrica en 91 años. ¿Podrá este problema potenciar los precios internacionales? Veremos cómo sigue esta película.
En lo referente a la demanda, la ausencia de precisiones sobre la política de la Casa Blanca respecto a los biocombustibles continúa jugando en contra de los precios.
Pero hay una buena noticia: el USDA continúa confirmando nuevas venta de soja 2021/2022 a China. Se nota que las importaciones están aumentando. Y Colombia lo hace con el maíz.
En principio el cuadro global se muestra positivo para la demanda de granos.
Como podemos ver abajo, desde el 20 de agosto pasado, el valor del dólar en términos de las principales divisas evoluciona en baja.
Índice dólar
Así están las cosas. Se advierten tanto puntos a favor como en contra de los precios.