Los precios agrícolas son presionados al alza por la justeza de stocks, pero el mercado de capitales también aporta fundamentos bajistas.
Muy buenos días, arrancamos la semana con fotos viralizadas de explosiones en una planta de silos en Ucrania, discusiones eternas en decenas de grupos de WhatsApp. Si la explosión fue en planta de una empresa o la otra, si existe esa planta o si en realidad es en el Mar de Azov. Hoy queremos, con profunda humildad, pero mucha firmeza, hacer un llamado a la cordura, al análisis profundo de la realidad para la toma de decisiones. ¿Toda aquella discusión, importa realmente? ¿O sólo sirve para perder tiempo y energía? Quizás sea más gratificante y divertido discutir sobre cuál debería ser la formación de Argentina en su debut mundialista el próximo 22 de noviembre.
Yendo a lo verdaderamente importante y estructural, hace 109 días Rusia invadió Ucrania y se rompió la normal cadena de suministros de todo lo que sale desde el Mar Negro hacia el resto del mundo, lo cual no es poca cosa. Hablamos del 78,00% del Aceite de Girasol que se comercia en el planeta, el 19,00% del Trigo y el 18,55% del Maíz y una porción importante de los fertilizantes fosfatados. Desde aquel 24 de febrero, está bloqueado el normal tránsito de buques desde el puerto de Odessa, cerca de 20 millones de toneladas de granos y subproductos atascadas en origen y con futuro incierto. En simultáneo con una merma de superficie sembrada de la campaña 22-23, que no tiene vuelta atrás por haber concluido la ventana de siembra de cultivos de verano en Ucrania. Dicha ventana cerró a fines de mayo y concluimos con una merma del 20,00% en Maíz y 35,00% en Girasol con respecto a 2021. Siendo normalmente Ucrania el cuarto exportador de Maíz del planeta y el primero, por lejos, en la venta de Aceite de Girasol al mundo. Y si la guerra concluyera hoy mismo, fuentes ucranianas explican que la limpieza de minas del Mar Negro llevaría al menos 6 meses. Vale recordar que la vía marítima no es reemplazable por el ferrocarril o el camión como modos de transporte alternativos. Con lo cual aquí tenemos un tema estructural y de fondo.
¿Todo esto nos expresa un fundamento alcista desde aquellas latitudes? Sin lugar a dudas que Sí, sucede que buena parte o toda esta incidencia ya está metida en los precios actuales, en parte por entrada, hace semanas, de fondos especulativos, y en parte por reemplazo de orígenes, por parte de los grandes importadores de productos provenientes de la región en guerra, que hace largas semanas incrementan sus compras a otros orígenes exportadores del planeta.
En el medio de todo esto recibimos la semana pasada unnuevo reporte mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos; sobre el cual podemos decir que la “Noticia fue la No Noticia”. Es decir que no se reportaron cambios relevantes en ningún producto, lo cual no es poco. Vale decir que particularmente en el balance de Oferta y Demanda de Estados Unidos para Soja y para Maíz se muestra una “Justeza” de proporciones, es decir Stocks finales muy bajos. Y de estos dos productos, es la soja la que muestra una situación enormemente ajustada, pocas veces vista en la historia. Se reportaron números que generan una relación Stock/Demanda del 4,55% para la campaña en curso (21-22) sólo superada en justeza por la campaña 13-14 con 2,60%. En simultáneo lo estimado para la 22-23 genera una Relación Stock/Demanda del 6,11%.
Recuerden que estos datos no constituyen guarismos anecdóticos ni abstractos, esta es una variable de enorme peso para quienes analizan la inversión especulativa en un producto u otro y suele considerarse ajustada una Relación Stock/Demanda inferior al 10,00%. Así es que, y a pesar del desastre que se está produciendo en el mercado de capitales, en términos de cotizaciones de acciones e índices de acciones,la oleaginosa casi alcanzó esta semana, el récord de precio en el Mercado de Chicago. Para ser estrictos, estuvo a U$D 1,00/tn del valor más elevado de la historia. Alcanzó el jueves pasado los 1.777,40 centavos de dólar por bushel, esto es U$D 653,22/tn y luego de desplomó U$D 14,00/tn para cerrar la semana en U$D 639,00/tn.
Claro que, del otro lado del mostrador, en el mercado de capitales, lo único que no cambia es el sentido del cambio y el escenario oscurece semana tras semana. En esta última se reportó el dato de inflación en Estados Unidos que arrojó un 8,60%, la más alta desde diciembre de 1981. Dato que incluyó, un incremento del 34,60% anual en el precio de la Energía, la cual llevó implícito un incremento del 48,70% en las naftas, un 12,00% en electricidad y un 30,20% en Gas Natural. A esto se suma un 10,10% anual en Alimentos. Un descalabro monumental a todas luces para la economía norteamericana, que generó expectativas de una aceleración en el endurecimiento monetario y suba de tasas de interés, dentro de las decisiones por venir por parte del presidente de la Reserva Federal y su equipo.
Esto llevó a un desplome adicional durante el viernes en las cotizaciones del Mercado de capitales. Que, si ampliamos la mirada no hizo más que acelerar el paso en el mismo sentido que traen desde enero pasado. Sólo a modo de ejemplo diremos que desde inicios de año los índices más famosos y que nuclean a buena parte de las acciones que cotizan en la bolsa norteamericana, S&P 500, DOW JONES y NASDAQ COMPOSITE, perdieron un 18,60%, 14,70% y 25,80% respectivamente. La causa de fondo, que se profundizó esta semana, es la percepción de que una “Recesión voluntaria” está a la vuelta de la esquina, como efecto colateral aceptado del enfriamiento de la economía que busca el banco central norteamericano, encareciendo el financiamiento, con el objetivo de fondo que es “BAJAR LA INFLACIÓN”. Así es que las Tasas Implícitas de los Bonos más cortos del tesoro americano siguen su rumbo hacia arriba a partir de las ventas que se están acelerando. Sólo a modo de ejemplo diremos que la tasa implícita del Bono a 1 año del tesoro americano casi se sextuplicó desde enero a la fecha, pasando del 0,40% al 2,29%. En simultáneo, el valor del dólar en el mundo sigue en los máximos de los últimos 20 años, lo cual es claramente negativo para el precio de nuestros productos exportables.
Así es que seguimos viajando en la “Montaña Rusa” que se observa en las cotizaciones de los commodities agrícolas, tironeados entre la incidencia alcista del escenario de Oferta y demanda de la mercadería física y la incidencia enormemente bajista del mercado de Capitales en el cual nos guste o no también estamos metidos. Viajamos en esa “Montaña Rusa”, con una tormenta en el horizonte que esperemos no nos cruce pero que parece difícil de evitar.
Yendo a la gestión
Una vez más sugerimos, ante tamaña incertidumbre que nos ofrece el contexto global, en simultáneo con la tragicomedia argentina, entre aviones con iraníes y la defensa de nuestros “países amigos” en la Cumbre de las Américas, pero con la certeza de una complicación macroeconómica de proporciones históricas, “ATAR TODOS LOS CABOS POSIBLES”. Cada vez son más los que se suman al grupo de los que “HACEN”, abandonando previamente la multitudinaria “Mesa de café argentina”. Dejando las fotos de las bombas de lado para bajar al terreno de la acción, anticipando compras de Insumos, vendiendo y dejando a pesificar una buena parte del sobrante, y comprando PUTs Diciembre de Maíz y PUTs noviembre de Soja para aquello que no se requiere vender en el corto plazo. Los precios aún presentes ameritan decisiones ante semejante escenario.
Por Hernán Fernández Martínez |